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sdelbiombo. Una mirada artística al mundo

LOS HORRORES FLORIDOS. Koons y yo mismo

Por favor, mira estas dos fotos

 

Extraída de http://realestalker.blogspot.com/2008/03/update-michael-jackson_28.html

 

 

Son obra de un autor norteamericano llamado Jett Koons, un artista sumamente polémico desde hace años tanto por sus obras como por su vida privada (casado con una famosa actriz porno italiana que le sirve en muchas ocasiones como modelos). Una de sus grandes líneas de trabajo son las esculturas de objetos cotidianos hiperestetizados, es decir, de objetos en los que el tema no se corresponde con la ejecución, tan detallista, tan pretendidamente bella que llega a los límites del ridículo.

En estética calificaríamos a estos objetos como Kitsch. La palabra deriva del alemán y significaría de prisa, lo que decían los turistas ante la necesidad imperiosa de comprar algo referente a la obra de arte. Algo parecido, al menos semejante, pero que no es obra de arte por su serialización (las obras se producen en serie sin ningún interés artístico sino simplemente para calmar este impulso consumista de poseer la obra de arte) y también por su falta de gusto.

Más apariencia que esencia. Una pura y burda copia de aquello que nos produjo una emoción y que en la actualidad se ha popularizado hasta el extremo en el mercado del souvenir.

Porque, ¿Quién que no haya estado en París se ha podido resistir a comprar una torre Eiffel de plástico plateado que termina encima de la televisión? ¿Quién no tiene una caja de conchas comprada en un veraneo, una giralda de plástico? ¿No habéis visto comprar compulsivamente a los turistas extranjeros toros, bailadoras o carteles de toros con su nombre puesto?

Y lo peor, cuando se vuelve a casa y se mira el objeto adquirido, ¿quién no ha pensado pero esto qué hace aquí, como pude comprar una cosa tan hortera?.

 

¿Por qué nos pasa esto? ¿Qué extraña enfermedad nos aqueja durante nuestros viajes?

Benjamín decía por los años 20 del siglo XX que la reproductivilidad mecánica había acabado con la obra de arte, le había quitado ese aura indefinible que tenía al objeto único, toda su carga de historia, su poder magnético… Sin conocerlos todavía estaba definiendo por completo este mundo del souvenir, del recuerdo falso, carente de belleza.

 

Esto es lo que llamamos kitsch, aquello que se parece al arte pero es claramente falso. Kitsch sería el Chikilicuatre, las flores de plástico o ciertas figuritas de las tiendas a tofo un euro… Una horterada, como diríamos en lenguaje vulgar. Una horterada que los demás detectan (y acaso nosotros mismos también) como una corrupción del gusto estético, un querer pero no poder, la belleza que nunca pudo ser pero ante la cual nos sentimos, en el fondo, fascinados.

Es algo que nos ocurre a todos por mucha educación estética que tengamos, y así debemos asumirlo, pues es normal en esta cuestión ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro. Todos somos un poco horteras en el fondo de nosotros mismos.

 

Sin embargo, la nueva estética de la posmodernidad (el movimiento cultural iniciado en los años 80 y en el que aún vivimos) nos puede consolar, y mucho. Una crítica de gran relevancia, Susan Sontag, se refirió a lo camp, y gracias a ello nos podemos salvar. Lo camp viene a decir que no son los objetos sino la mirada o la actitud de la persona la que puede caer o no en las horterada. Así, una cosa kitsch puede ser utilizada por alguien elegante si sabe que es kitsch (estos juegos de palabras son muy típicos de la posmodernidad, lo intentaremos aclarar un poco)

La idea es sencilla. Mientras yo sepa lo que es kistch no hay problema, pues podré mirarlo e incluso disfrutarlo con una cierta mirada irónica. Sí, sé que me gustan cosas horteras pero tengo también buen gusto, que quede claro, ¿eh? Sólo lo hago para distinguirme de los demás, ser diferente a esa plebe que sí se cree su falsa belleza. Yo soy culto, y por eso puedo jugar, porque sé realmente dónde están las reglas y sólo me las salto cuando quiero, como una pequeña maldad

Éste sería, más o menos, el pensamiento camp. Una forma elitista de enfrentarse al mundo de la cultura y (según algunos) justificar al hortera que todos llevamos dentro. Su origen lo podríamos enconrtrar en Dalí (al que le fascinaban este tipo de objetos y los coleccionaba, como el famoso muñeco de Michelin o terribles altares rococós de tercera o cuarta división) y también en Warhol y su estética del todo vale. Sólo hace falta ver alguno de sus retratos más famosos.

 

¿Esto es kitsch o exquisito? ¿Hortera o trasgresor? Depende de cómo queramos verlos.

 

Y todo este rollo para poder llegar al nombre del artículo: los horrores floridos. La frase está sacada de un libro de Julio Cortázar (Los autonautas de la cosmopista. Un viaje real por las autopistas francesas). Cortázar, además de uno de los escritores más lúcidos del siglo XX era un gran conocedor de arte (del que escribió a menudo). Este bagaje cultural, sin embargo, no le sirvió en el caso de unas sillas terriblemente feas de intentar ser bellas a las que él llamó los horrores floridos. Las llevó y utilizó durante todo el viaje, consciente de su profunda carga hortera, y no fue capaz de desprenderse de ellas por mucho que supiera que eran horribles.

Sin embargo, y aquí está lo importante, él sabía que eran horribles y su sola presencia le valía para reírse de él mismo, de decirse que, siendo uno de los intelectuales de mayor fuste del momento, también era humano, y por tanto un poco hortera.

 

Esta es la actitud que me anima a empezar este tema. Jugar con nosotros mismos, practicar una autocrítica que más que molesta sea graciosa, irónica, y empezar a mirar el mundo para ir haciendo el largo catálogo de sus objetos (o actitudes) kitsch (o camp, según queráis)

 

Para dar ejemplo, comenzaré yo mismo por declararme culpable y os enseño algunos objetos que pertenecen a mi pasado, que hace años me fascinaban y que el otro día encontré en una caja.

Se trata de llaveros (pues yo hacía una colección de llaveros, lo cual es ya muy kitsch, tal vez incluso friki), y os enseño alguna perlas

 

 

 

(Ésta me parece la mejor de todas)

 

Y ahora os dejo a vosotros. Espero que me mandéis al correo todo tipo de fotos de horrores floridos, ya sean vuestros, ya los encontréis en cualquier sitio. Ponedles un título y, si queréis, un comentario y poco a poco iremos haciendo el catálogo de los kitsh.

Este es uno de vuestros deberes para este verano, el siguiente os lo diré en el próximo artículo

 

Vicente Camarasa

 

8 comentarios

Jaume Pina -

Me ha encantado el blog y, por supuesto este artículo sobre lo kitsch y lo camp. ¡Y esos llaveros místico-siniestros!

MArga -

le he linkeado, super interesante. Gracias y saludos

Vicente -

Cuánto me alegra que me leas de vez en cuando entre avería y avería

CARLOS -

Ya me acuerdo de tu afición a coleccionar llaveros y veo alguno de los que te regale no los tires ya que son figuras de museo

Cris Xococrispip! -

Bien,por fin nuestro famoso arte kistch que tanta polémica trajo en nuestra clase con un serecillo al que tooodos "adoramos",verdad??Jodido hombre y jodido Chiki Chiki!!jaajaja
Me gusta este tema...Todos nuestros más profundos y avergonzados gustos que no aceptamos ,pero que ahí están,la famosa grazia y todas estas pijadas como los llaveritos y tal...Qué buenoooo!!!jajajaj
(Mi tía tambíén coleccionaba llaveritos...Como ya te puse en otro comentario,no eres el único friki,jajaja)
Ya buscaré horrores floridos...Que por aquí tengo muuuchísimos...jajaj

María -

por fin el kitsch!!

que sorpresa, justo antes de irme... además, con michael jackson y el mono bubbles encabezando la colección.

A ver si saco tiempo y te envió un trabajo que hice sobre el kitsch (pero el lado serio, industria cultural y ese rollete)... de momento, y para ir abriendo boca, una galería completísima sobre horrores floridos

http://www.artesonado.com/kitsch/kitsch1.htm

Nuria -

Vale, llevo como dos horas muriéndome de risa (la última foto me ha matado, menuda combinación xD)
Yo es que tengo el honor de conocer una de las mayores colecciones de kitsch del mundo: la casa de la playa de mi abuela. Si vuelvo este verano, haré fotos, porque de verdad que es increíble (todos y cada uno de los rincones de la casa llenos de figuritas horteras, una reproducción de la gioconda, de cuadros de murillo, de imitadores de murillo, láminas de payasos, botellas con mas de 30 años todavia llenas....), llega incluso a ser un poco inquietante dormir ahi. A ver si voy y hago fotos, porque no tiene desperdicio.

jo, quiero el llavero de heidi XD

Melinda -

Mañana prometo que le escribo un comentario serio. Ahora mismo solo puedo poner esto.....

XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD UN LLAVERO DE PEDRO Y HEIDI????????????????????????????????????????????

Creo que no me he reído nunca tanto con una foto...
(y lo peor de todo es que hay algunos como el de la sarten con wevos fritos...q me enkantan....XD)

Prometo escribir un post más serio mañana. De verdad....evitaré ver la foto para escribirlo.

Gracias por ecuxarme, un beso enorme

ERES GRANDE VICENTE!!!!!