Blogia
sdelbiombo. Una mirada artística al mundo

QUEVEDO EN LA MANCHA


 

Quevedo por Juan van der Hamen
Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/De_Quevedo

Quevedo fue todo lo que se podía ser en el siglo XVII. Fue uno de nuestros más grandes escritores, alguien que llegó a contar qué amargo es el final de los imperios y, a la vez, un rufián, egoísta y vanidoso. Criticó al dinero y a los poderosos mientras intentaba hacerle la vida imposible a Góngora o Cervantes. Y habló mal de los médicos y las mujeres, y criticó a los gobernantes corruptos. Fue, quizás, la mejor pluma del XVII, pero también una de sus mejores espadas, pues no le importó ser miope o cojo para batirse en duelo con quien quiso.


Pluma y tintero de Quevedo

Es por ello que me fascina tanto su figura, por sus sonetos inspirados pero también por su vida de mosquetero. Por ser cristiano viejo de la orden de Santiago (a la que luego accedería Velázquez) y varias veces encarcelado y exiliado de la corte. Él se enfrentó con los poderes establecidos, pero también les sirvió, y cuentan que una vez tuvo que salir vestido de anciana sobre un mulo de la propia Venecia en la que hacía oficios de espía al servicio de su majestad.


Página autógrafa

Hace unos fines de semana me encontré con él en la Mancha, allá donde pasó tantos años (unos por placer, otros exiliados e, incluso, los últimos meses de su vida)
Aunque no lo cuente casi ninguna guía de viajes, en Ciudad Real existe un pueblo del que fue señor: Torre de Juan Abad. En él queda una magnífica iglesia del primer renacimiento y la que fue su casa, ahora convertida en museo.


Casa- museo en Torre de Juan Abad


La última firma del autor, en su propio testamento

Unos pocos kilómetros hacia el norte se encuentra Villanueva de los Infantes. El pueblo ya es digno de una visita, pero aún más si interesa Quevedo. Existe en él un hotel (El Buscón) que tiene un pequeño museo dedicado al autor, con lienzos de la época, cartas autógrafas y la propia celda en donde murió.


Claustro del antiguo convento, hoy convertido en hotel



Celda en donde murió Quevedo. Villanueva de los Infantes. Hotel el Buscón

Su tumba, sin embargo, es un misterio. Aunque últimas investigaciones la sitúan en la iglesia de la propia Villanueva, el caso es que allí no se encuentra resto alguno (o por lo menos yo no lo encontré). Esto es, en realidad, el destino de nuestros grandes hombres, pues resulta que, por numerosas casualidades no sabemos a ciencia cierta donde están enterrado ni Cervantes, ni Lope de Vega, ni el Greco, ni Velázquez ni Goya. Así cuidamos de nuestra memoria.
Os dejo unas fotos de la iglesia de su supuesta tumba, sobre todo porque es una perfecta metáfora de nuestro siglo de oro, que empezó a forjarse a finales de nuestra edad Media (como el gótico de su interior), se desarrolló en el XV y XVI (como las portadas renacentistas) y murió de asfixia en el propia XVII (en el mundo barroco de sus torres).

.


Si queréis saber más de Quevedo (aunque le dedicaremos más artículos) podéis ver una parte importante de sus obras en
http://www.cervantesvirtual.com/FichaAutor.html?Ref=6
Existe una fundación (creada en Torre de Juan Abad) con una página muy interesante

OTROS POST SOBRE QUEVEDO EN NUESTROS BLOGS

La casa de Quevedo en Madrid
La boda de Quevedo
Quevedo en la cárcel (León)
Una de poemas de Quevedo
Tempus Fugit .
Quevedo y el cohecho
.


Vicente Camarasa

2 comentarios

Maribel Riaza -

Vicente, por si es de tu interés, acabo de publicar una novela sobre los últimos días de Francisco de Quevedo, se llama "Polvo" y he pensado que puede ser de tu interés. Se puede comprar en La Casa del Libro:http://www.casadellibro.com/libro-polvo/9788415425861/1989655

Y aquí puedes ver el primer capítulo:http://erideediciones.es/wp-content/uploads/2012/05/primercapitulopolvo.pdf

JV -

Que bonita y desconocida es esta tierra que con tanto acierto has utilizado para ensalzar al rey de la ironia, al maestro de la critica inteligente, a nuestro gran poeta y como no freire santiaguista que más se puede pedir, quizás un soneto:
Érase un hombre a una nariz pegado.
Érase una nariz superlativa.
Érase una alquitara medio viva.
Érase un peje espada mal barbado.Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba.
Érase una nariz sayón y escriba.
Un Ovidio Nasón mal narigado.Érase el espolón de una galera.
Érase una pirámide de Egito.
Los doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
Frisón archinariz, caratulera,
sabañón garrafal morado y frito.

Que cosas esto de las narices grandes......