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sdelbiombo. Una mirada artística al mundo

CHEMA COBO Out of frame.

Panorámica

 

Pude ver esta exposición en el CAC de Málaga, un museo verdaderamente arriesgado en sus producciones, con un criterio amplio pero riguroso que tanta envidia da cuando uno lo lee en los culturales.

Yo no conocía al autor más que por alguna obra suelta y me fascinó su evolución y coherencia.

 

La promesa

 

Me gustó su posmodernidad tan lúcida que es capaz de jugar con nosotros y contarnos dos discursos a la vez. Uno visual, sosegado, de citas culturales evidentes (desde el impresionismo hasta las piscinas de Harvey o la Última Cena de Leonardo despojada de todo más que de su caja espacial, por otra parte girada) que de pronto se interrumpe, se disloca cuando leemos sus títulos. (si lo vaís haciendo lo comprenderéis)

 

La última Cena

 

Es la contaminación de los géneros de la posmodernidad, en donde la obra se fracciona (en realidad lo hace el espectador ante ella) con mensajes contradictorios entre texto e imagen que nos obligan a repensar la imagen tras leer el título y darnos cuenta de lo frágil que puede ser nuestra percepción, de cuán fácil es engañarnos (como insiste Ana en sus artículos sobre publicidad)

Capitalismo popular

 

Por eso acaso no sea nada frívolo su Caverna de las ideas (el mito de la luz y la oscuridad pero también del conocimiento y la ignorancia dado la vuelta, pues ¿la bola de la discoteca es la luz, el saber, o su simple tergiversación, su salida trasera?)

 

La caverna de las ideas

 

Vexation

 

Y es que los cuadros de Cobos juegan con numerosas tensiones, también puramente estilísticas. ¿Son abstractos, juegos de color que lejanamente se asemejan a la realidad, o son imágenes desvaídas, sin cuerpo, como lejanos recuerdos? Algo a lo que tan bien juega Barceló

 

Detalle de Capitalismo popular

 

No cruce la escena

 

Posibilidad

 

Una obra en principio fácil y decorativa que se contradice a sí misma y deja, al final de la observación, al espectador más perplejo. Pues más que certezas nos genera dudas sobre la realidad y sobre el mismo hecho de pintar, un recuerdo que va más allá de lo visual para ingresar en el terreno de las ideas o, peor quizás, el de los espejos, siempre tan peligrosos, como ya nos advirtió el gran posmoderno antes de la posmodernidad, que fue Borges en donde todo es tan verdad (o mentira) como el lector quiera penetrar en sus fantásticos laberintos para ver la Últimas noticias

 

Últimas noticias

 

Imágenes y texto: Vicente Camarasa

 

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