BERTHOLD VOLBERG
Hola. Después de estudiar en mi Colonia natal y Madrid Literatura española e hispánica (quedándome con mis favoritos San Juan de la Cruz, Calderón, Sor Juana Inés de la Cruz y Luis Cernuda), historia de América (¡viva América barroca y mestiza y mulata, que vaya derrotando al imperialismo yanqui!) y un poquito de filosofía (es que con demasiado pensar me marea), he tenido el privilegio de estudiar también en la ciudad que para mí - a pesar de las atrocidades arquitectónicas cometidas durante la última década - la más bella del mundo mundial: Sevilla.
Después de escribir mi tesis, una comparación de los poemas de Francisco de Aldana con los de San Juan y Santa Teresa, siempre he vuelto a Sevilla.
Allí encontré mi "patria espiritual" (la verdad es que no me gusta citar al último Papa) y se me abrieron los ojos. Rodeado de tanta belleza barroca y mudéjar, descubrí que mi verdadera vocación, aparte de poeta frustrado, es la historia del arte hispánico. Y Sevilla me ha regalado una avalancha de inspiraciones, sobre todo por las impresiones de su incomparable Semana Santa. Y fue en la Semana Santa sevillana donde tenía el honor de conocer no a la Duquesa de Alba, pero sí al Señor del Biombo, este excepcional maestro de la historia del arte con quien he compartido junto a la dueña tantos momentos cumbres macarenos y trianeros. Lo que él no comparte conmigo es mi opinión que el Arte ha muerto con el Barroco (bueno, casi, hay excepciones), siendo el Barroco el único estilo de arte y arquitectura universal y presente en TODOS los continentes (menos la Antártida).
Me considero culturalmente católico, pero creo que a nuestra Iglesia vieja y decadente le hace falta urgentísimamente un Papa como Obama...
¡Sí, podemos!
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