ALMANZOR. LA ÚLTIMA RAZIA
Beato de Urgell (Un ejército indudablemente islámico, como aquellos que comandaba Almanzor y que aterrorizaron a los cristianos durante los tiempos del año 1000)
Tomado de es.wikipedia.org
Evidentemente la figura de Almanzor tiene demasiadas lecturas para resumirla en un solo artículo, por lo que nos dedicaremos a sus razias, y especialmente a la última, aquella que desarrollo en territorio riojano y soriano.
Campañas de Almanzor.
Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Almanzor
Con los 60 años ya pasados y 51 razias a sus espaldas, el caudillo árabe que gobernaba en nombre de Hixam II emprendió la que sería su última batalla.
Eligió uno de los lugares religiosos más emblemáticos de los cristianos castellanos: San Millán de la Cogolla, un pequeño monasterio en tierras riojanas, en lo que sería el futuro Camino de Santiago (años antes ya había entrado a fuego en Santiago de Compostela, aunque curiosamente nunca llegó a profanar el sepulcro del santo que nunca estuvo allí).
Aquí tenéis el monasterio que arrasaría (al menos en parte).
Sin embargo, la victoria fue amarga, pues el caudillo árabe se encontraba tan enfermo (al parecer de gota), que tuvo que se trasladado en una camilla improvisada en su retorno hacia Al Andalus.
Al parecer esto retrasó a los ejércitos musulmanes, dándoles tiempo a los cristianos para atacarles por la retaguardia a los andalusíes.
La leyenda y algunos cronicones cristianos (poco fiables, todo hay que decirlo), hablan de una derrota terrible de Almanzor en Calatañazor.
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Castillo de Catalañazor
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Catalañazor: piedra, adobe y madera de sabina
Sea o no cierta esta batalla, lo cierto es que Almanzor logró llegar a Medinaceli (Medina Selim) , uno de los grandes castillos de la Marca
Castillo de Medinaceli
Llego exhausto y tras largas noches insomnes por el dolor terminó por morir.
Dicen que cuando esto sucedió un demonio se apareció repetidamente a las orillas del Guadalquivir, mientras se lamentaba:
En Calatañazor
Almanzor perdió su atambor.
Sin casi ceremonia el gran caudillo árabe fue enterrado junto al polvo que había ido acumulando en un cofre, fruto de todas sus campañas. Envuelto en un sudario, en el patio de armas del castillo, muchos visitarían su tumba, con una lápida que rezaba
“Aunque ya no existe, tan vivos se conservan los recuerdos de sus hazañas, que por ellas podrás conocerle como si le contemplases con los ojos. ¡Por Allah! Que no aparecerá en tiempo alguno otro héroe que pueda http://www.maderuelo.com/historia_y_arte/biblioteca.html comparársele, ni habrá ya quien defienda las fronteras como viviendo él”.
Tomado de http://www.maderuelo.com/historia_y_arte/biblioteca.html
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Tal vez, bajo esta tierra yerma, se encuentren los restos de Almanzor. Medinaceli
Imágenes y texto: Vicente Camarasa
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JV -