ORIENTE Y EL PRERROMÁNICO ANTE EL HECHO RELIGIOSO
Santa Cristina de Lena. Fotografía: Juan Aranda
Como toda religión, el catolicismo disponía de dos métodos contrarios para garantizar el culto y organizar la liturgia.
Occidente optó por la primera vía. Bizancio y el cristianismo oriental (y con él una gran parte del prerrománico) prefieren cierta forma de retiro, tomando en consideración así la presión anicónica que no dejaba de ejercer el judaísmo y, posteriormente, el islamismo. En la tradición ortodoxa, todo se basa en la revelación; en el interior mismo de la iglesia, el santuario no resulta accesible ni vivible de forma directa. Se encuentra en el centro del iconostasio, un tabique abierto con tres puertas y decorado con iconos (…) Sin embargo, en Occidente, todo resulta visible de inmediato, ni que sea en el fondo de la nave. No se produce la sensación de misterio oculto y despuñés desvelado, que caracteriza a la liturgia ortodoxa. Los occidentales no dudan en meter el Santo Sacramento en una custodia y sacarlo de la iglesia después para la procesión (del Corpus Christi)
Le Goff, J En Busca de la Edad Media. Paidós 2003
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