LAS RUPTURAS DEL CUBISMO (Segunda parte). De los fantasmas visuales a la realidad palpable. El origen del collage
Tomado de http://paralajes365.blogspot.com/2008/08/street-art-jrel-artivista-la-ciudad.html
En 1912 Picasso, en vez de pintar un fragmento del respaldo de una silla, puso un trozo de hule estampado. Era el primer collage, pero no el último. Aún este collage era mentira, pues en realidad era un plástico que asemejaba el respaldo. Pronto Braque y Picasso fueron mucho más allá y en vez de pintar periódicos los utilizaron directamente.
Tomado de arteenequipo.blogspot.com/2009/04/el-collage.html
Este cambio rompió por completo los esquemas del espectador. Desde el renacimiento se le había enseñado que un cuadro era una pura fantasmagoría. Una proyección, algo visual pero nada más, pues los cuerpos que podíamos ver en ellos, y los paisajes, y las telas, eran simplemente engaños sutiles hechos con óleo.
Sin embargo Picasso y Braque metieron la propia realidad. Ya no representaban el mundo, lo presentaban, lo colocaban en un marco para que lo viéramos.
El gesto (probablemente) tenía relación con una idea típica de las primeras vanguardias: convertir el cuadro en un puro objeto, lo que cada vez más borraría las diferencias entre pintura y escultura
La idea tendría un amplio éxito en todo el arte posterior, y sin ella no se podría entender el culto al objeto que tendrá el siglo XX y que partiría de las realizaciones mentales de Duchamp y se popularizaría en Dadá y el Surrealismo
De él procederían los famosos relieves de esquina de Tatlin
Tomado de http://paisajimopueblosyjardines.blogspot.com/2010/11/constructivismo-y-arquitectura.html
O toda la investigación por las texturas que ya vemos en Miró y que luego desarrollarían los expresionistas abstractos
Tápies.
En realidad, toda el arte plástico del XX se verá profundamente condicionado por este gesto picasiano que borró fronteras entre escultura y pintura, entre pintura y objeto, abriendo el mundo híbrido del arte en el que todavía vivimos
Instalación. Kaprow
1 comentario
francisca -
Saludos