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sdelbiombo. Una mirada artística al mundo

Sobre arte y estética

UNA MIRADA A TRAVÉS DE LA HISTORIA. ROBERT CAMPIN

El retrato pertenece a una época, comienzo de la época Moderna, en la que la burguesía ya se va asentando como clase y su riqueza y prestigio aumentan, debido al desarrollo del comercio y los avances de la agricultura. Son los llamados primitivos Flamencos, siendo Campin el origen de la escuela, durante mucho tiempo oculto bajo otros nombres (Maestro de la Flemade, como lo denomina el Prado o, según algunos autores, el propio Van der Weyden joven).

Como es Habitual en el estilo, aparece en tres cuartos, con un extremo realismo y minuciosidad en los detalles, con sus típicos pliegues acartonados.

 

 

En el retrato, la mirada de la dama transmite la serenidad de una fe no desgarrada, capaz de encarnar a Dios en la vida material. Desaparece la agonía medieval expresada hasta el s.XIII-XIV, entre la vida culpable y el Dios juez y verdad, como aún ocurría en el románico. Por el contrario, es la vida cotidiana es "bendecida" hasta en sus últimos detalles. Sin caer en el hieratismo, quizá sea ésta la época donde más abundan los retratos de la serenidad, de la aceptación.

Aún no ha ocurrido la crisis barroca que fragmentará al sujeto entre la vida y la salvación ( Lutero), la verdad y el dogma (Galileo), el sueño y la realidad (Calderón, Descartes, Velázquez) La mirada de la dama aún no está perdida bajo un "Dios engañador", ni en las ilusiones teatrales y claroscuros de los espacios pictóricos, arquitectónicos, metafísicos, religiosos.

Si continuásemos el viaje en su mirada, ésta reflejaría la progresiva deformación de la serenidad en abismo y soledad. En sus ojos se abriría la agonía de la finitud ante la realidad infinita e irredimible de la Naturaleza, pertenecerían al umbral donde se diluyen la individualidad y el Uno no trascendente ni capaz de una redención eterna, tal como aparece en la no-frontera entre el monje y el mar (Friedrich) Su figura, ya debe encarnar el descenso inevitable de un Dios hasta su huella absoluta, pero sólo de horror y absurdo.

 

Friedrich. Monje a la orilla del mar. Periodo romántico. Siglo XIX

 

En nuestra época, después de guerras mundiales, crisis económicas, revoluciones sociales, científicas y tecnológicas, la "Humanidad" de la dama desaparece. Queda su inconsciente sin razón de sueños y traumas (Dalí), el desgarro que provoca mirar al no-sentido de la existencia (F.Bacon), la presencia de los objetos extinguida en luz y planos de espacio y tiempo (Cézanne, Picasso)

 

Francis Bacon. Expresionismo de segunda mitad del XX

 

Su Dios, su mundo y su mirada han desaparecido en la nada blanca de un anti-icono (Malévitch)

 

Jesús Chaparro (profesor de filosofía)

¿PARA QUÉ SIRVE EL ARTE? PARA LLEGAR LENTO A ÍTACA

En este momento, bien lo sabemos algunos, sólo se valora lo práctico, lo técnico, lo que sirve para hacer cosas concretas. Bajo esta perspectiva mucha gente te pregunta: ¿para qué sirve el arte? No se dan cuenta que, en la pregunta hay un enorme vacío personal, pues en el fondo sólo están diciendo: el arte no genera beneficios ni utilidades prácticas.

Yo, desde hace unos años, he decidido contestar a esta pregunta con un poema de Kavafis, aunque si el que te pregunta es demasiado torpe (o demasiado listo), nunca lo comprenderá. Pero qué le vamos a hacer, el problema es suyo, no nuestro.

 

El poema habla de Ulises y de su viaje a Ítaca

 

Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca

debes rogar que el viaje sea largo,

lleno de peripecias, lleno de experiencias (…)

Debes rogar que el viaje sea largo,

que sean muchos los días de verano;

que te vean arribar con gozo, alegremente,

a puertos que tú antes ignorabas.

Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,

y comprar unas bellas mercancías:

madreperlas, coral, ébano, y ámbar,

y perfumes placenteros de mil clases.

Acude a muchas ciudades del Egipto

para aprender, y aprender de quienes saben.

Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:

llegar allí, he aquí tu destino.

Mas no hagas con prisas tu camino;

mejor será que dure muchos años,

y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,

rico de cuanto habrás ganado en el camino.

No has de esperar que Ítaca te enriquezca:

Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.

Sin ellas, jamás habrías partido;

mas no tiene otra cosa que ofrecerte.

Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.

Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,

sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas

 

El viaje es una de las Ítacas que podemos tener, como la literatura, el buen cine… Sirve para hacernos más ricos y sabios en este viaje tan corto que es la vida. Nos ayudará a comprendernos, a ser más felices, más ricos por dentro, pues el viaje en sí mismo habrá valido la pena por todo lo que nos ha sucedido en él. Hemos disfrutado de la vida sin el ansia por llegar, sólo por vivir.

El cuadro que acompaña al texto es de Guillermo Pérez Villalta, un autor gaditano de la movida con unos cuadros que dejan mucho para pensar y saber quienes somos

Vicente Camarasa