RENE MAGRITTE. EL DESTRUCTOR DE CERTEZAS
Tomado de xgfk10rlr.wordpress.com
Entre todos los pintores del grupo surrealista hubo uno que llevó hasta el final la máxima de su líder, Breton: desenmascarar el mundo burgués y racional, iniciando una verdadera revolución interna. Fue René Magritte, un belga siempre vestido con su eterno bombín, que supo enseñarnos un mundo nuevo, quizás muy parecido al nuestro en una primera mirada, pero profundamente perturbador cuando encontramos que las leyes han cambiado y nos encontramos en universo nuevo.
Sin una gran técnica pictórica, su obra sigue siendo recordada por esta profunda conmoción que provoca, la que hace que nuestros sentidos vean lo que nuestra razón dice que es imposible, pues no pueden llover miles de señores idénticos y con bombín (aunque sería magnífico).
Tomado de Transparente y opaco
En muchas de sus obras, sin embargo, el efecto no es tan inmediato, pues si nos fijamos en ellos de forma rápida todo parecerá conforme. Unas grandes montañas y un nido en el primer plano. Correcto; un paisaje más.
Tomado de Creatividad natural
Pero Magritte nos pide un segundo más de contemplación, el suficiente para darnos cuenta de que las montañas tienen forma de águila. Entonces nuestra razón se dispara ¿Tendrán que ver algo que ver esos huevos con el águila? ¿Es una montaña que parece un águila o un águila que se ha convertido en piedra? Comienza entonces su mundo imposible en donde las cosas pueden ser sometidas a metamorfosis y nuestros sentidos, nuestra razón, pierden sus tradicionales certezas.
Este es el método Magritte. Una estrategia inteligente y sutil que primero nos enseña una realidad para luego demostrarnos que es falsa, como en este paisaje con cuadro que…
Tomado de Elpieincompleto
¿De verdad vemos el paisaje? Daros cuenta del trípode de abajo y descubriréis que es un cuadro sobre una ventana, pues una vez más nuestros deseos nos hacen ver lo que no existe o vemos o que queremos ver
Si no estáis convencidos, en este cuadro se ve mejor el truco
Tomado de Elpieincompleto
En alguna de sus obras va mucho más allá, como cuando el pintor no pinta la realidad, sino el futuro
Tomado de Creatividad natural
Sin embargo, su obra más conocida es la famosa Esto no es una pipa, que podríamos interpretar como una más de sus bromas visuales o, como afirma Foucault, toda una verdadera revolución en el arte, al plantearnos la mentira que todo cuadro es: una simple representación, no el propio objeto.
Algo tan evidente nunca se había considerado en el arte clásico en donde el cuadro se entendía como una ventana por la que el espectador imaginaba ver un fragmento del mundo. Para que el truco surtiera un efecto positivo se inventaría el claroscuro o la perspectiva.
Tomado de xgfk10rlr.wordpress.com
Pero todo esto ya se había acabado con el siglo XX cuando Picasso había pegado una tela sobre un cuadro cubista (su primer collage), demostrando su carácter de objeto, no de ventana. Con ese simple gesto había acabado con todas las ilusiones de la mirada, y Magritte, simplemente, habría repetido el mensaje de forma aún más evidente, como si es verdad nos dijera: ¿pero todavía os fiáis de vuestros sentidos y queréis ver el mundo en una tela pintada? ¿no veis que todo era una simple apariencia, un cuento para niños?
Tomado de Esto no es un blog
Si queréis ver más obras de Magritte y dejaros vacilar por él podéis consultar
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