ALGUNOS SECRETOS DEL ÓLEO
Aunque ya se utilizara en el mundo clásico y la Edad Media, siempre había sido una técnica puramente auxiliar del fresco (sobre pared) o del temple (sobre tabla). Su utilización plena se dará en el siglo XV por los primitivos flamencos (probablemente los pioneros serían los hermanos Eyck). Esta técnica, en principio secreta, terminaría pasando a Italia por Mesina o por Castagno (al que ciertas leyendas acusan de haber asesinado un hombre para conseguirla). Ya en el Quattrocento se utilizó junto al temple, mientras que Leonardo y luego los venecianos (Tiziano) la convertirán en la técnica favorita hasta los colores sintéticos del XIX.
El aglutinante (el material graso y líquido en el que se mezclan los colores) fue el aceite de linaza, mejor cuanto más puro. Su utilización revolucionaría la pintura pues ofrecía una serie de ventajas impensables con el resto de técnicas: se puede pintar lentamente (pues el secado es lento), retocar e incluso cambiar lo pintado (dado que era una técnica de cualidades opacas), hacer veladuras (pintar encima con un color mucho más diluido en aceite de linaza y trementina creando un efecto de semitransparencia muy utilizados en los tules y gasas, así como dando un aspecto más vaporoso, como los cuadros maduros de Murillo), así como dar una mayor luminosidad y colorido más intenso a las escenas pintadas.
(Veladuras. Murillo. Inmaculada)
Sus problemas suelen ser dos. Por una parte, los barnices que se utilizan para proteger el cuadro suelen irse oscureciendo con el tiempo. A veces, incluso, se vuelven a barnizar repetidamente los cuadros a lo largo del tiempo para darles más brillo, lo que acentúa el problema y hace más complicadas las restauraciones, que tienen que ir eliminando con mucha prudencia estas capas de barniz sin llevarse la pintura original (como ocurrió en el caballero de la mano en el pecho del Greco, que quedó desfigurada tras la restauración pues con los barnices también se eliminaron ciertas veladuras del autor). Observa el antes y el después en estas dos fotografías.
(Antes restauración)
(Posterior restauración)
Por otra parte, si se corrige en el óleo, especialmente con colores oscuros, con el tiempo, las antiguas partes primitivas van saliendo poco a poco a la luz. Son los llamados arrepentimientos que se observan perfectamente en muchos de los cuadros de Velázquez. Intentad verlos en las patas del caballo de Felipe IV que antes se encontraban más adelantadas o en la calabaza que cambió de sitio (Bufón Calabacillas)
Por otra parte el soporte también sufrió alteraciones y de la tabla tradicional se pasó (XVI, pintores venecianos) al lienzo tensado en un bastidor. Este lienzo había que prepararlo. El proceso se llamaba imprimación y tenía suma importancia, pues los colores finales del cuadros se volverían más cálidos (con imprimación roja, como la tierra de Sevilla que utilizaba el primer Velázquez) o más luminosos (con imprimación blanca-azulada, como las obras maduras de Velázquez). Esto se podía forzar aún más haciendo una imprimación que se adaptara al cuadro La Venus del Espejo tiene una imprimación blanca-azulada en donde luego se pintara el cuerpo y sábanas, antes malvas, (haciendo así sus calidades más luminosas) y cálida para el fondo de cortinajes y pared (volviendo los colores más calidos y profundos)
Para saber más
http://mundoarte.portalmundos.com/al-oleo
4 comentarios
MaLo -
En cuanto a las distintas capas lo que esta claro es en óleo es lo mas normal ya que es muy cubriente, el problema es que en las restauraciones no lo tienen demasiado en cuenta y asi pasa
Cris Xococrispip -
QUIÉN VOTA POR CLASES PARTICULARES??jajajaj
vicente -
Cris Xococrispip! -
Aún no entiendo por qué cambió tanto el cuadro del Greco...EXPLICAAA!!