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REMBRANDT. LAS DOS VIDAS DE UN PINTOR

Muchas de las revisiones de Rembrandt han incidido en su vida, dándoles tintes románticos y convirtiéndole en un antecedente de los futuros bohemios.

Aunque esto no es del todo incierto, sólo coincide con su madurez-vejez, tan diferente de su primera etapa. Sería por tanto mejor hablar de las dos vidas de Rembrandt y tener en cuenta, además, el peculiar mercado artístico de los Países Bajos.

 

Hijo de un agricultor no excesivamente acomodado, Rembrandt conseguirá ascender rápidamente en la escala social gracias a su talento, pasando de su Leiden natal a Ámsterdam. De este momento conocemos sus primeros autorretratos en los que su rostro sirve como excusa para practicar los efectos del claroscuro, aunque ya con un incipiente orgullo

 

Autorretrato con 22 años

Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:Rembrandt-self-portrait-1628.jpg

 

Muy pronto entrará en contacto con prestigiosos mecenas que le encargarán retratos a la vez que se produce su matrimonio con Saskia 1634, de buena y acaudalada familia

Su nombre comienza a ser reconocido y su fortuna personal comienza así a ser importante. Será el momento de la vanagloria por el éxito y el comienzo por su particular obsesión coleccionista de objetos raros (especialmente orientales) que utilizará en muchas de sus obras

 

Rembrandt a los 28

Tomado de http://commons.wikimedia.org/wiki/Image:Rembrandt_-_Auto-retrato,_1634_(Gem%C3%A4ldegalerie,_Berlim).jpg

 

Retrato de Saskia

 

Siguiendo el modelo marcado por Rubens, Rembrandt intentará poco a poco acuñar una imagen menos prepotente pero más consolidada, la de un noble pintor, de ricos atuendos y un cierto aire intelectual que nunca debió tener

 

Rembrandt a los 34 años

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/7/77/Rembrandt_Harmensz._van_Rijn_129.jpg/485px-Rembrandt_Harmensz._van_Rijn_129.jpg

 

Sin embargo esta primera vida de éxito, riquezas y cierta posición social pronto concluirá por una serie de tragedias encadenadas.

Primero morirá su primera mujer, Saskia (1642), que muy pronto encontrará recambio en Hendrickj, posiblemente una criada de la casa que se convertirá su amante.

Esta circunstancia íntima tendrá una consecuencia económica. El testamento de Saskia preveía que, en caso de una nueva unión de Rembrandt, la mitad pasaría a la familia de ella.

 

Retrato de Hendrickj

http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:RembrandtHendrickje.jpg

 

Junto a esto durante estos años se advierte un claro cambio en la sociedad holandesa que empieza a cambiar sus típicas características burguesas por otras más rentistas. Este cambio social lleva aparejado otro estético. El estilo fuerte de Rembrandt con sus claroscuros y empastes, comienza a perder el favor de las grandes personalidades, que buscan una nueva pintura más noble, no tan plebeya.

Esto hará poco a poco reducirse los encargos, lo que unido al carácter manirroto del pintor y la posterior muerte de Hendrickj, irá afectando al patrimonio de Rembrandt, que primero pedirá préstamos y, más tarde tendrá incluso que declararse en bancarrota (1656) al no poder hacer frente a sus deudas

El proceso lo podemos ir intuyendo en sus autorretratos que nos presentan un hombre cada vez más envejecido, vestido con llaneza y sin ese punto de orgullo en su mirada

 

Rembrandt a los 48 dos años antes de la bancarrota

Tomado de http://commons.wikimedia.org/wiki/Image:Rembrandt_Harmensz._van_Rijn_132.jpg

 

La situación económica y profesional no hará entonces sino empeorar. Su producción disminuye, sus intentos de convertirse en marchante fracasan y la vida parece ofrecerle su peor cara.

Tanto la ropa como la postura de sus autorretratos nos dejan ver un pintor empobrecido y bohemio,  que será su perfil más popular

 

 

Los últimos años

http://commons.wikimedia.org/wiki/Image:Rembrandt_van_rijn-self_portrait.jpg

 

Incluso, tal vez en un intento de reírse de todos y todo, sus últimos autorretratos jugarán a la propia caricatura del hombre que se ríe porque ya no tiene nada a lo que aferrarse. Una risa irónica, precozmente envejecida que casi nos lo aproximan al borde de la locura que tanto fascinarán a los románticos (Retratos de locos de Gericault ) y más tarde a Van Gogh.

 

 

Autorretrato como Zeuxis, pintor griego que, según la leyenda, morirá de risa tras haber pintado el retrato de una mujer sumamente fe. Este cuadro cierra de una forma espectacular la exposición

 

Tomado de http://commons.wikimedia.org/wiki/Image:Rembrandt_van_rijn-self_portrait.jpg

 

El tratamiento de las luces y las texturas (con una pincelada pastosa que moldea agresivamente las formas) traen también a la memoria las obras de su gran admirador, Goya. Él también, en una de las fases más terribles de su vida, derrotado física y espiritualmente, utilizó la pintura como especie de diario personal, utilizando recursos que recuerdan de forma clara a Rembrandt. Son sus famosas pinturas negras.

 

Dos viejos comiendo sopa. Goya

http://commons.wikimedia.org/wiki/Pinturas_Negras

 

Perro semihundido. Goya

http://commons.wikimedia.org/wiki/Pinturas_Negras

 

Vicente Camarasa

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