LA VIDA COTIDIANA DE UN MONASTERIO MEDIEVAL
Tomado profesoradoreligion.blogspot.com.es
San Benito (480-547), al establecer su famosa regla , creó el modelo que se repitiría durante toda la Edad Media e influyó decisivamente en la evolución de la arquitectura románica (Cluny) y gótica (Císter).
Como idea general, San Benito organizará toda la vida de la comunidad en torno a unas horas (por ello se denomina la liturgia de las horas) en las que realizar los rezos comunes, dividiendo así el día en distintos fragmentos de tiempo que se ocupaban en trabajos manuales e intelectuales (el famoso ora et labora, reza y trabaja).
Aquí tienes un pequeño video que lo explica
Los monjes se levantaban muy temprano, antes de amanecer y, se preparaban para la primera oración del día, las Vigilias.
Como el resto de las oraciones eran comunes, hechas en el coro (espacio junto al altar con un grupo de sillas fijas, llamada sillería).
Sillería gótica del convento Santo Tomás. Ávila
Tomado de http://www.arteguias.com/monasterio/realmonasteriosantotomasavila.htm
En ellas se leían y cantaban ciertas partes de la Biblia y otros cantos (antífonas, himnos…), escritos en latín, la lengua oficial de la Iglesia. Estos son los famosos cantos gregorianos que aún se siguen realizando en algunos monasterios, como el de Silos, en Burgos. (Aquí puedes saber más de ellos y escuchar algunos)
Tras ello los monjes se aseaban en las letrinas que tenían muchos monasterios (con agua del río cercano) y se volvía a la iglesia, pues apenas una hora después de Vígilias, empezaban los Laudes (una nueva oración)
Fuente para el aseo. Monasterio de Poblet. Cister
Tomado de www.urbipedia.org
Comenzaba entonces realmente el día, con una hora y media para el trabajo, volviéndose a rezar hora y media después. La hora Tercia, normalmente utilizada para oficiar misa.
Hasta la una de la tarde, los monjes se ocupaban entonces del propio huerto (que servía para su autoconsumo) o se encerraban en el scriptorium o biblioteca, lleno de atriles
Scriptorium y atriles del monasterio Alcobaça. Portugal
En esta habitación se copiaban libros prestados por otros monasterios. Se hacía sobre pergamino (piel de cordero), utilizando distintos colores de tinta en las que se mojaban plumas de ave. El trabajo era minucioso y lento, pues no debían equivocarse y se copiaban también (o se creaban otros nuevos) los dibujos o iluminaciones que correspondían al texto.
En estos scriptorium no sólo se copiaban libros religiosos, sino también obras greco-romanas, y gracias a ellos se salvaron muchos libros de la antigüedad
Manuscrito con iluminaciones. Gótico
Tomado de wikipedia.org
Los monjes volvían a reunirse para rezar junto en la hora Sexta (en torno a la 13.20), tras la cual iban a comer.
La comida también era común, en una habitación llamada refectorio. En ella se colocaban largas mesas en donde los monjes lo hacían en completo silencio, pues uno de ellos (por turno) leía desde el púlpito la Regla o la Biblia.
Refectorio de Santa María de Huerta. Císter
Tomado de wikipedia.org
Púlpito de Santa María de Huerta. Císter.
El menú era bastante monótono, aunque sano. Normalmente se comían verduras y hortalizas cocidas en una gran olla y aderezadas con un trozo de tocino o manteca. Se les daba también a los monjes un trozo de pan y un cuartillo de vino. La carne se reservaba para los domingos y celebraciones especiales, al igual que el pescado (algunos monasterios llegaron a tener sus propias albercas en donde se criaban peces).
Puedes saber más cosas de su comida aquí
Cillería de Tomar (Almacén de alimentos)
Evidentemente los monjes no se echaban la siesta, sino que volvían de nuevo a rezar conjuntamente en la hora Nona (sobre las tres), para después seguir con su trabajo encomendado.
Además del huerto o el scriptorium los monjes se dedicaban a otros trabajos, como el de la botica. En los principales monasterios existía una botica o farmacia en donde se realizaban fórmulas magistrales (medicinas hechas con hierbas) para la comunidad y los pueblos cercanos. Muchas de estas fórmulas venían del mundo romano o se aprendieron de los musulmanes y judíos (aunque existían numerosas supersticiones, como creer que el cuerno de rinoceronte, que ellos creían que era el famoso unicornio, era un antídoto contra el veneno)
Botica del monasterio de Samos
Tomado de memoria de Samos
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Antes de la nueva oración se reunía toda la comunidad en la llamada Sala Capitular, leyéndose en ella un capítulo de la Regla de San Benito. En esta reunión el abad (aquel que gobernaba el monasterio) informaba sobre cuestiones cotidianas, se hacían confesiones públicas de los pecados y se castigaba a los monjes que hubieses cometido alguna falta (faltar a algún rezo, hablar durante la comida, discutir con un hermano…)
Sala Capitular monasterio Caracedo. León
Tomada de http://www.celtiberia.net/verimg.asp?id=8157
Tras un rato de tiempo libre en el que los monjes podían charlar, pasear por el claustro, rezar particularmente…, de nuevo a la iglesia para oficiar las Vísperas (19 h), cenar (20 h) y, antes de dormir, volver al rezo en la ceremonia llamada Completas, en la que se pedía protección a Dios ante los peligros de la noche.
Los monjes se retiraban entonces al dormitorio, que tanto en Cluny como Císter era común (sólo el abad tenía su dormitorio y despacho propio) en donde las camas estaban colocadas en largas filas. Si existían dos pisos, este dormitorio se colocaba sobre la cocina (y en el lado sur del claustro) para combatir el frío.
Dormitorio. Monasterio Santas creus. Císter.
Tomado de www.urbipedia.org
Y ahora que has visto todo esto, ENTRA EN ESTE CRUCIGRAMA PARA VER SI TE QUEDA TODO CLARO
Para saber más
http://www.sbenito.org.ar/regla/rb.htm (Aquí tenéis acceso a toda la regla de San Benito)
El nombre de la rosa de Umberto Eco, o la película. Ambas son fantásticas para ver cómo se vivía en un monasterio medieval
Monjes y Monasterios españoles en la España medieval, de Juan de Atienza (Un libro fácil de leer pero muy completo para ver toda la evolución del monacato en España).
22 comentarios
Manolo -
EL PUTO AMO -
tomasalami -
EL PALIZAS -
EL PAPA FRANCISCO -
EL PALIZAS -
FALOPIOROBUSTO -
LA VERGA PELUDA DEL MONJE DEL MONASTERIOO!!!
COMERME LA PICHA DURA ERECTA
EL GRAN PENE -
CapitanPichaNova -
Enric -
Anónimo -
juan -
Nike Shox Clearance -
unknown -
Alejandro -
alex -
laisly -
Juanjo -
Es cierto que la mayoría de los monasterios medievales tenían un huerto con hierbas medicinales. Tras recogerse y secarse se guardaban en la apoteca, que viene del latín y significa almacen. El monje que se encargaba de esto es el hermano apotecario, mas tarde este vocablo derivó en boticario. Por tanto el boticario es el encargado de almacenar las plantas medicinales. Para saber mas te comentaré que el término farmaceútico proviene del griego farmacopolas, que es el encargado de buscar y recoger plantas medicinales.
Cayetana -
Tengo entendido que, aparte de las tierras de cultivo, dentro de los monasterios solía existir un pequeño huerto en el que además se cultivaban hierbas medicinales. ¿Es así?
Nuria -
María -
En realidad, la regla de San Benito sirvió (al igual que la de San Basilio, creo recordar) para procurar regular, en la medida de lo posible, la creciente tendencia al monacato herético (nada de cultos al diablo ni otras lindezas, sino el culto individual a Dios, sin seguir a la iglesia, como ocurrió con Beguinas, Reclusas, Estilitas, o los monasterios privados, organizados por mujeres por lo general viudas que pertenecían a la nobleza y tenían cierto poder adquisitivo).
Asi que eso de trabajar, más bien poquito (al menos lo que se entiende de trabajar la huerta de sol a sol, que para eso estaba el campesinado...), para lo que servía era para imponer horarios, y sobre todo DISCIPLINA, y que los monjes no se dedicaran ni a herejías ni a cultos alejados de la norma eclesiástica.
Así, por la pregunta de verbena, las órdenes tenían cierto número de tierras (la mayoría donaciones de particulares para expiar pecados, que luego con la constitución de 1812 se intentarían amortizar, pero andaron en vaivén hasta que Fernando VII derogó todas las leyes publicadas en el trienio liberal, quedando las cosas más o menos estables, hasta la desamortización de Mendizabal).
Esas tierras las poseían como un terrateniente más, y por eso tenían sus trabajadores, que allá por la baja edad media, cuando se enmarca el contexto del cister, se mantenian en régimen de colonato adscripticio (es decir, no eran esclavos, pero estaban atados a la tierra, no se podían mover de allí), y eran ellos quienes trabajaban la tierra de verdad.
Espero no haberme enrollado en exceso...
Verbena -