LOS JERÓNIMOS, ANTES DE SERLO, ESTUVIERON EN ORUSCO
A mediados del siglo XIV, en el panorama de apocalipsis que había comenzado la extensión de la Peste Negra y llegaba ahora a su momento más terrible con la guerra civil por el trono de Castilla entre Pedro I y Enrique II de Trastamara, tres hombres renunciaron al mundo y, tras una estancia en Toledo, eligieron Orusco, lo más abrupto de sus páramos, para vivir en la más absoluta pobreza y total oración. Era 1350, y se situaron cerca de la actual ermita de Bellaescusa.
http://www.pbase.com/chemita23/orusco (EN ESTA PÁGINA PUEDES ENCONTRAR NUMEROSAS Y MUY BUENAS FOTOGRAFÍAS DE ORUSCO)
Pero vayamos por partes, ¿quiénes eran y qué pretendían estas tres personas?. Sus nombres los conocemos por los documentos. Se trataba de Fernando Yáñez de Figueroa (amigo de Pedro I el cruel) y los dos hermanos Pedro y Alfonso Fernández Pecha (el último obispo de Jaén y conoció a Santa Brígida de Suecia en Roma). Sus pretensiones eran claras: imitar a San Jerónimo, un conocido santo eremita del siglo IV que, tras sus estudios en Roma y Tréveris, había abandonado el mundo y, encerrado en una cueva, curó a un león que para siempre acompañó. En aquellos lugares inhóspitos siguió su labor bibliófila y suya será la traducción autorizada de la Biblia, la llamada tradicionalmente Vulgata.
Leonardo da Vinci. San Jerónimo. Boceto.
Entre sus ocupaciones Jerónimo utilizaba una gran piedra con la que se arañaba y marcaba el pecho desnudo, intentando con esta penitencia arrancar de raíz el mal que habita en todo hombre para poder así dedicarse a Dios por completo. Estas prácticas fueron corrientes en los primeros siglos del cristianismo, especialmente a partir del siglo III, cuando la Iglesia gana protagonismo y se termina aliando con el poder imperial desde tiempos de Constiniano. Frente a ello y la relajación de costumbres que trajo entre la comunidad cristiana, numerosas personas renunciaron a la ciudad como fuente de peligros morales y se retiraron a sus propios desiertos para vivir en una pobreza absoluta.
La lista en estos primeros siglos fue enorme: San Simeón el Estilita (que vivió encima de una columna), San Antonio Abad, San Sabas… Su ejemplo sería continuado por numerosas personas durante toda la Edad Media, siendo el origen de cenobios y monasterios al ir uniéndoseles discípulos ante su fama de santos.
Por tanto ya sabemos qué pretendían estas tres personas pero, ¿por qué precisamente en Orusco?
Aquí nos internamos en la leyenda, tan fiable como la propia historia para la gente del medievo. San Dámaso, papa reformador y muy pronto encumbrado como santo, tuvo como secretario personal a San Jerónimo antes de su huída al desierto y suya fue la idea de que el santo escribiera la ya citada Vulgata (que desde el siglo XVI será considerada única versión admitida de la Biblia que nosotros ahora conocemos).
Esta papa del siglo IV nació en algún lugar de España, siendo Orusco una de las posibilidades (para entonces creída la cierta). Fue por ello que los tres ermitaños acudieron a su entorno, viviendo en las grutas que la caliza ha ido formando en sus páramos y reuniéndose en el entorno de la actual ermita durante casi 20 años, cuando en 1370 se trasladan a Lupiana (Guadalajara).
Tomado de http://www.aache.com/monaster/guadalajara_lupiana.htm
Tres años después el ejemplo de estos tres primeros hombres conseguirá sus primeros frutos, y la orden Jerónima será sancionada por el Papa. Desde entonces esta comunidad, tan típicamente hispana, que pronto creó grandes centros espirituales como Guadalupe, y se vinculó con la monarquía hispana, que los integró en sus grandes palacios (Monasterio de Yuste de Carlos V , el famoso Escorial de Felipe II, los jerónimos de Madrid en donde pasaba sus retiros Felipe II y que fue el futuro Palacio del Buen Retiro del que hoy conservamos sus jardines.
Idéntica actitud mantuvieron los reyes portugueses, que financiaron el gran monasterio de San Jerónimo en Lisboa, una de las grandes iglesias del país que estuvo vinculada a la aventura atlántica que les llevó a descubrir la ruta africana a las indias.
En Hispanoamérica la orden jerónima tuvo su más alta expresión en Sor Ines de la Cruz, poeta barroca, muy compleja de leer, que es una de las lecturas favoritas de Berthlod
Tomada de http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Sor-Juana.jpg
Y todo ello comenzó en Orusco, hace más de 600 años, en cualquiera de las decenas de cuevas escondidas que guardan sus páramos que se asoman al Tajuña
Vicente Camarasa
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