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LA SINAGOGA DEL TRÁNSITO EN TOLEDO.

 

Por esas extrañas (o quizás no tanto) casualidades, debemos a un rey castellano dos de las joyas islámicas que aún poseemos: los reales alcázares de Sevilla y esta sinagoga del Tránsito. El rey era Pedro I, conocido por el cruel, pues perdió su guerra civil contra su hermanastro, Enrique de Trastamara y, como a todos los perdedores, la historia se le volvió a partir de entonces en contra suya.

 

 

Esta sinagoga del Tránsito en concreto fue construida como oratorio particular del palacio de su tesorero, el judío Samuel ha Levi, entre 1356 y 1357, y cuando entramos en ella, en su magnífica sala de oraciones, más que el mundo judío, nos encontramos con el aire inconfundible de la Alhambra.

 

 

Lo vemos en su decoración de yesería que se extiende el la pared del fondo. Arrancando de las arquería que protegen el rollo de la Torá, allí veremos unos exquisitos atauriques y escudos en la malla que crea el paño de sebka.

 

 Nos lo encontramos también en la increíble techumbre de limas mohamares y dobles tirantes

 

 

 

 En las yeserías de la sala de mujeres (la tribuna superior) y sus entramados de lacerías.

 

 O en las propias celosías de la pared de entrada y sus estrellas radiantes que originan el entrecruzamiento.

 

 Al igual que ocurría en Sevilla, y pese a ser una sinagoga, vemos en toda la obra la mano de alarifes musulmanes, muy probablemente de origen granadino, aquellos mismos que estos mismos momentos estaban realizando las partes más significativas de los llamados palacio nazaríes de la Alhambra

 

         TODAS LAS JUDERÍAS ANALIZADAS EN NUESTROS BLOGS

Texto e imágenes

Vicente Camarasa 

3 comentarios

Jose -

Buenas tardes, maravilloso sitio en la red. Por cierto, ¿conocéis el artesonado de Lagunaseca, en la provincia de Cuenca?

Os dejo un link:
http://artesonadomudejarenlagunaseca.blogspot.com/

(lore...) -

unas fotos xuliisimas!!!

JV -

Preciosas fotas e interesante mátiz histórico, nunca hubo un sobrenombre más injusto.