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Madrid

UNA ARQUITECTURA NEOBIZANTINA EN MADRID. SAN MANUEL Y SAN BENITO

Justo frente al Retiro hay una curiosa arquitectura muchas veces poco valorada. Se trata de un edificio perteneciente al historicismo típico del XIX (aunque se prolonga durante la primera mitad del XX, como en este caso, 1910)

 

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Su arquitecto, Fernando Arbós y Tremanti (autor de partes de la Basílica de Atocha y el Cementerio de la Almudena), recreó en él un estilo poco utilizado en estos neos: el arte bizantino. Lo hizo con sumo gusto, siendo bastante respetuoso (aunque como es habitual en la época, los materiales que utilizará serán rigurosamente modernos (como el hierro de su estructura o el que utiliza para su cúpula superior).

 

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Como curiosidad, la extraña advocación se debe a los patronos de la obra, el empresario catalán don Manuel Caviggioli y su esposa doña Benita Maurici.

 

 

Cúpula sobre pechinas

 

Pechina con mosaicos

 

Un exquisito efecto luminoso (muy bizantino) en el ábside y sus mosaicos

 

Texto e imágenes: Vicente Camarasa

LA GRAN VÍA CUMPLE 100 AÑOS

 

 

El 4 de abril de 2010 la Gran Vía cumplirá 100 años.

Nuestra particular diagonal es uno de los hechos más relevantes del urbanismo español y todo un museo de la arquitectura que pasa del historicismo y eclecticismo (más habituales en el tramo entre Cibeles-Alcalá y Callao) y el racionalismo, más habitual camino a Plaza de España)

 


 Tras las arquitecturas historicistas al primer rascacielos que tuvo Madrid, ya racionalista: el Edificio de Telefónica

 


 Detalle historicista (Neorrenacimiento)

 

 

 

Rascacielos Plaza de España (mediados del XX)

 

 

Ya desde mediados del siglo XIX se venía pensando en una gran vía que uniera las dos grandes partes del Ensanche (la zona del Barrio de Salamanca y la de Argüelles), como puedes ver en este plano.

 

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De esta forma la ciudad ganaría en unidad mientras que el centro (cada vez más degradado) podría reconvertirse, al darle una nueva entrada (como la que ya existía en Alcalá).

Y es que toda esta zona tenía el clásico urbanismo antiguo anárquico de calles estrechas y sinuosas que no servían para el nuevo medio de locomoción que estaba comenzando a cambiar las ciudades: el automóvil.

Fijaros en esta foto del famoso plano Texeira (siglo XVII). Sobre él os señalo por donde pasará la futura Gran Vía

 


 

El precedente de estas reformas se encontraba en Francia, en las reformas de París que había efectuado el prefecto Haussmann en tiempos de Napoleón III, creando nuevas calles más amplias para el tráfico (pero también para impedir las revueltas y la creación de barricadas urbanas, como se demostraría en la Comuna del 71), que dieran, además, una imagen de gran y moderna capital. Por el contrario, el proyecto destruyó barrios enteros y forzó a las clases más populares a desplazarse a la periferia (un temprano ejemplo de gentrificación) mientras que los nuevos bulevares se convertían en el principal teatro de la nueva burguesía.

 

 

Vista aérea del Arco de la Estrella, una de las principales reformas de Haussmann

Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Bar%C3%B3n_Haussmann

 

El proyecto de la construcción de la Gran Vía significó un enorme esfuerzo. Fijaros en estos datos

 

Se demolieron 312 casas, se nivelaron 44 lotes de terreno, se desenlosaron 8.856 metros de aceras y se deshicieron 26.365 m² de empedrado y adoquinado y se quitaron 14.335 metros de cañerías de agua y de gas y 274 farolas. Para ello se transportaron y nivelaron 61.799 metros cúbicos de escombros y 31.997 de terraplenes. Posteriormente se enlosaron 18.777 m² de acera, se adoquinaron con granito 35.616 m² y se asfaltaron 11.373 m²; se construyeron 2.502 metros de alcantarillas y se canalizaron 1.315 metros para acometidas de agua, gas y electricidad, así como 7.024 metros de tubo de plomo. También se instalaron 174 sumideros de incendios y tomas de agua, 219 farolas a gas y 66 lámparas con candelabros

Tomado de

http://es.wikipedia.org/wiki/Gran_V%C3%ADa#Historia_y_construcci.C3.B3n

 

La obra terminó en 1929 (por lo menos en su tramo hasta Callao, pues la Plza de España, sus grandes rascacielos fueron de los años 50), y en ella se construyeron hoteles, teatros, cines que con el tiempo han ido evolucionando, aunque eso es otra historia y habrá que contarla en otra ocasión.

Por el momento os dejo una selección de fotografías de la Gran Vía, las nocturnas fueron tomadas durante la última noche en Blanco, cuando lucía una iluminación especial por su cercano centenario.

 


 (Edificio Metrópolis)


Edificio Telefónica

 

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¿Será este el futuro peatonal de la Gran Vía?

 

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La noche en blanco 2009

Texto y fotos no indicadas:

 Vicente Camarasa

POR SI QUIERES SABER DÓNDE VIVE EL RATONCITO PÉREZ

 

El famoso Ratón Pérez que deja un regalo a los niños que se les cae un diente vive en el mismo centro de Madrid, si queréis saber dónde, entrad aquí y Aurora os contará algo sobre él

 

 

LAS SALESAS REALES O EL MUNDO ROCOCÓ DE FERNANDO VI Y BÁRBARA DE BRAGANZA

Muy cerca de Alonso Martínez, dando la espalda al actual Tribunal Supremo, se encuentra unas de las pocas iglesias rococó madrileñas. Las Salesas Reales. Su portada es magnífica, sobre todo porque ha logrado conservar el característico compás (la zona de entrada) característico de la arquitectura madrileña. Con una gran escalinata (aunque sea ya del XX), este espacio nos permite una visión en perspectiva

 

 

Tomado de

 http://www.madripedia.es/wiki/Convento_de_las_Salesas_Reales

 

Toda la estructura  tiene un aire romano de gran fuerza, con grandes pilastras de orden gigante que atraviesan los dos pisos para encontrarse con el frontón roto. Pero si nos fijamos más en los detalles veremos como, bajo esta estructura general, hay ya una suavidad típicamente rococó (las pilastras se multiplican una detrás de otras creando consecutivas zonas de luz y sombra en la zona central, todos los huecos se cubren de una decoración menuda…). Esto es más evidente en el medallón central y los ángeles laterales entre nubes, típicamente rococós.

 

 

Medallón central

 

Ángeles

 

Realizada por el arquitecto Francois Carlier, fue encargada por Bárbara de Braganza, la esposa de Fernando VI. En su origen formaba parte de todo un conjunto monástico y estaba pensada como lugar de enterramiento de los reyes, rompiendo así la tradición de hacerlo en el Escorial

 

Y es que, si hacemos caso a los pasquines que florecieron en la época, la reina dominó por completo a Fernando VI e impuso siempre su voluntad, haciéndole incluso enfrentarse con su madre, Maria Luisa de Parma Se cuenta que, su maestro de clave, el famoso Doménico Scarlatti, fue algo más que su profesor de música.

Cotilleos aparte, lo cierto es que Fernando VI y Bárbara de Braganza fueron grandes mecenas del arte e hicieron venir a nuestro país al famoso castrado Farinelli, cantante de ópera.

 

El castrato Farinelli por Corrado Giaquinto.

 

También desterraron la influencia francesa de Van Loo y volvieron a un rococó de gusto italiano, nombrando a Corrado Giaquinto como pintor de Cámara. Éste fue el inicio de las grandes decoraciones murales del Palacio Real que luego continuaría Tiépolo, y algo de su estilo se encuentra en el primer Goya, pintor de cartones para tapices.

Su estilo hereda las grandes composiciones murales de trampantojos del siglo anterior a las que une la sensibilidad rococó, sus colores pastel, una visión sumamente idealizada de la realidad, un escaso protagonismo de las sombras. Su obra se encuentra en el Palacio Real y también fueron suyos los cartones preparatorios para las pinturas murales de las Salesas

 

Corrado Giaquinto. Palacio Real deMadrid

Tomado de http://www.archimadrid.es/sanhermenegildo/02-Historia%20y%20arte/Iconograf%EDa%20San%20Hermenegildo.htm

 

Para saber más

http://www.geocities.com/parroquiasantabarbara/historia1.htm

 

Vicente Camarasa

EL CORRAL DE LA CRUZ Y EL CALLEJÓN DEL GATO. MÁS DE TRESCIENTOS AÑOS DE TEATRO Y UNAS BRAVAS

Ahora es un rincón más del Madrid antiguo, pero en su espacio se atesoran cuatro siglos de la mejor literatura.

Si os colocáis en la esquina de la calle de la Cruz con Álvarez Gato veréis una pared medianera en donde se ha pintado un gran trampantojo en donde la calle se reflejaría a sí misma. En la parte baja de él (encima de unos graciosos graffiti) un caballero ataviado a la antigua tiene un cartel explicativo. Sólo si lo leemos sabremos que allí mismo estuvo el famoso Corral de la Cruz (junto al del Príncipe el corral de comedias más famoso de Madrid).

 

Plano del Corral de la Cruz

Tomado de http://www.uco.es/~l72gaagi/plan3_ccru2.htm

 

Siempre se contó que éste, más popular, era el preferido de Felipe IV que acudía a él embozado para esconderse en uno de los aposentos y poder observar a su gusto a una de sus amantes más duradera, la famosa Calderona, que fue la madre de D Juan José de Austria, rey por tres años en el convulso tiempo de Carlos II

 

La Calderona

Tomado de http://www.iesleonardodavinci.cat/blogger/media/3/20060409-CAL03.jpg

 

También trabajó en este corral uno de los más famosos actores de la época, apodado Juan Rana. Contrahecho y enano se especializó en papeles de marido cornudo y gracioso.

Si hacemos caso a los rumores de la época fue abiertamente homosexual, pero la protección directa de Felipe IV (y luego de Carlos II) evitó su condena por parte de la Inquisición. Quizás fue también un pequeño escudo frente al Santo Oficio, su popularidad entre el público, de quien siempre fue el favorito. Su fama y talento le llevó a tener el honor de que el mismísimo Calderón de la Barca hiciera un entremés sobre su vida que, lógicamente, interpretó él.

 

Juan Rama

Tomado de

http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:Juan_Rana_-_An%C3%B3nimo_del_siglo_XVII.jpeg

 

Pero trescientos años de aquesto, otro mito de la literatura gustó de este sitio, el siempre polémico Valle Inclán.

 

Valle Inclán

Tomado de http://commons.wikimedia.org/wiki/Image:Valle-Inclan.jpg

 

Su figura, casi pintada por el Greco, paseó por estos lugares y en ellos localizó alguna de las escenas de su obra más conocida. Luces de Bohemia, como cada 13 de septiembre se recuerda en un paseo alucinante por la obra a través del Madrid antiguo.

 

Aún más, una de sus aportaciones más importantes, el esperpento, el propio autor la situaba aquí, en los espejos del callejón del gato, que deforman a las personas hasta hacerlas ridículas.

 

Los espejos actuales de la calle son modernos, pero en el interior del bar las Bravas (que tiene patentada su salsa brava) aún podéis encontrar los originales, lamentablemente hechos añicos por una noche de bandalismo.

 

Para saber más.

Sobre Juan Rana

http://cvc.cervantes.es/obref/criticon/PDF/050/050_081.pdf  

 

Sobre el Corral del Príncipe en Madrid (Visita virtual)

http://aix1.uottawa.ca/%7Ejmruano/Corral.html  

 

Vicente Camarasa

 

EL ORIGEN DE MADRID: EL MAYRIT ISLÁMICO

 

Madrid en el XIV, ya cristiano pero con la muralla del alcázar  islámico.

Vista desde el Manzanares (actual M-30)


 

Según cuenta Ibn Hayyan (famoso historiador andalusí):

Durante su reinado (Mohamed I, hijo de Abderramán II) se deben hermosas obras, muchas gestas, grandes triunfos y total cuidado por el bienestar de los musulmanes, preocupándose por sus fronteras, guardando sus brechas, consolidando sus lugares extremos y atendiendo a sus necesidades. El fue quién ordenó construir el hisn (castillo) de Talamanca, y el hisn de Maytir y el de Peñafora. Con frecuencia recababa noticias de las marcas y atendía a lo que en ellas ocurría, enviando personas de su confianza para comprobar que se hallaban bien”

 

Los orígenes de Mayrit fueron, por tanto, bien modestos. Un simple Castillo (9) que formaba parte de una larga red defensiva que protegía los pasos del sistema central (junto a Alcalá, Talamanca, Medinaceli, Atienza…). Junto a él existía otro lugar también protegido o albacar, en donde se mantenían las caballerías y posiblemente se cultivara para evitar el hambre en los asedios (10)

 

 

Junto a este castillo, muy cerca del Palacio Real (9), pronto se creó una pequeña ciudad o medida, luego amurallada. Restos de esta muralla árabe se encuentran junto a los pies de la Almudena (1). En esta zona habría dedicado un pequeño espacio a la población judía, que tras la conquista cristiana pasaría a Lavapiés o la Morería.

 

Muralla árabe de Madrid

 

Algunos historiadores hablan de una supuesta segunda muralla árabe que englobaría a los arrabales de la Puerta de Guadalajara o San Nicolás, que ampliaría la ciudad, siempre pequeña, con muchos soldados y un puñado de agricultores, que sin embargo tuvo, al menos dos mezquitas. Una principal o de viernes (luego iglesia, Santa María, que fue finalmente derribada, muy cerca del cruce de Mayor y Bailén, 2, en torno a la cual se colocaría el zoco) y la de San Nicolas , más tarde reedificada sobre cimientos islámicos (3). Se especula con otra que sería la actual de Santiago.

Su referencia espacial era el arroyo Matrice (8) (actual calle Segovia que tenéis magníficamente dibujado en San Pedro). A su lado contrario (actual plaza de la plaza) se encontraba una escasa población mozárabe (cristianos dentro del Islam), con una pequeña ermita (actualmente San Isidro) y un cementerio musulmán

 

Sin embargo lo más interesante del Mayrit islámico fue un curioso sistema de abastecimiento de agua que, en la actual sólo persiste en Teherán y Marraquest. Fueron llamados canats (de origen mesopotámico) y en Madrid, viajes de agua: largos tramos subterráneos que llevaban el agua de manantiales periféricos hasta el centro de la medina

Para localizar el agua subterránea se recurría a un muqanni (ingeniero de conductos subterráneos) que observaba el terreno, normalmente junto a arroyos secos en verano (Calero, Abroñigal, actual M-30) o aprovechando la infiltración del agua de la lluvia. Una vez encontrado se excavaban pozos unidos con minas.

Los canats, de un metro de ancho y 1.80 de alto, se revestían de ladrillo rematados en forma de lomo de caballo o arco de medio punto en su interior, y de hasta 55 metros de profundidad. El agua se movía por caños de barro cocido sin vidriar engarzados por cemento y sebo de buey o aceite en las junturas interiores para endurecerlos (o directamente sobre un lecho de piedras de río), con andenes laterales para que pudieran andar los poceros

De una forma regular se realizaban pozos de aireación en donde había cigüeñales de origen egipcio que era un largo brazo de palanca apoyado en un palo vertical horquillado, con un cubo en el extremo y libre para su manejo el opuesto. Solían cubrirse con una losa de piedra con orificio.

 

 

Cada cien pasos existían una serie de depósitos subterráneos llamados arcas donde el agua reposaba para volverse cristalina, y otros denominados cambijas, para desviar el agua en ángulo recto de los que partían canillas o viajes secundarios.

 



El arca principal se encuentra aún hoy conservado. En la plaza cerrada, en una de las salidas de la Plaza Mayor, se encuentra un extraño cubo al que se colocó una cruz encima: éste era el arca, aun en funcionamiento. (5)

 

Existieron muchos canats, aunque el más largo de ellos arrancaba desde las fuentes de Canillejas (junto a la Junta de distrito) y, bajando por el subsuelo de la calle de Alcalá, pasaba Ventas, Goya y se encaminaba al arca de la Puerta Cerrada.

 

Y si todo esto os parece casi imposible de imaginar, intentad pensar cómo era el paisaje del momento.

La Plaza mayor (6) o la de Ópera (7) ya eran campo y estaban cubierta por lagunas estacionales en donde los primeros reyes cristianos de Madrid iban a cazar aves. El centro de Madrid estaba lleno de huertas regadas por los canats.

En la plaza de la Paja o en Atocha u Ópera había olivos y campos de trigo, y junto al actual viaducto se hacían unas magníficas cerámicas y estaban las tenerías (curtido de pieles) (3) que más tarde se trasladaron al Rastro. En torno a esta calle Segovia existirían varios baños árabes o hamman (4)

En la actualidad se ha rehabilitado un hamman (moderno) en la calle Atocha. Si alguna vez se realiza este recorrido, como veis más imaginario que real, sería el lugar perfecto para terminarlo. El aroma del agua perfumada, el ruido de sus caños, sus distintas temperaturas y, luego, una comida islámica y un té nos podrían terminar por sentirnos como aquellos madrileños de hace más de diez siglos. Mil años en una ciudad siempre asombrosa. Podéis saber algo más de él

http://www.medinamayrit.com/site/medina/video/en  

 

 

Entre sus personajes más famosos se encuentra el matemático Maslama de Mayrit, del que ya hablamos aquí

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LECTURAS INTERESANTES

 

Testimonios del Madrid medieval. El Madrid Musulmán

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Vicente Camarasa

 

Si queréis saber más de este periodo podéis consultar

http://elmadridmedieval.jmcastellanos.com 

 

 

IGLESIA DE SAN PEDRO. ENTRE EL MUDÉJAR Y EL BARROCO, Y UN ICONO

Junto a la iglesia de San Nicolás (a la que ya dedicamos un artículo en MADRID), ésta es la iglesia más antigua de Madrid, pues aparece mencionada en el fuero de 1202.

Probablemente fue anteriormente mezquita, aunque nada queda de ella, sólo el recuerdo (ya mudéjar) de su esbelta torre, una de las más bellas estampas que se pueden ver en atardecer, desde la plaza de la Paja. Sus campanas mantuvieron durante mucho tiempo un extraño poder milagroso: su tañido alejaba las tormentas o atraían la lluvia, según se hicieran repicar.

 

 

En este mismo lado, en los pies, se encuentra una dañadísima portada renacentista (de Lorenzo Vázquez), en la actualidad clausurada.

Su interior fue reformado en el siglo XVII, creando tres naves cubiertas por las famosas bóvedas de cañón con lunetos que se iniciaron en el Gesú.

Sin embargo no es su arquitectura lo más sobresaliente, sino una de las tallas más impresionantes que conservamos en Madrid: el llamado Jesús el Pobre. Se trata de una figura tallada en cuerpo entero (aunque ahora sea vestida con una saya), con pelo natural y una expresión que cambia según se varía el punto de vista: de un orgulloso califa islámico a un Cristo de una suave tristeza.

 

 

 

Probablemente realizada en un taller sevillano de finales del XVIIII (cercano, por lo demás a la Roldada, la creadora de la Macarena), procesiona el jueves santo por la tarde-noche por las estrechas callejas de su barrio, siendo la mejor imagen que uno se puede llevar de la poco conocida pero hermosa Semana Santa madrileña.

Más allá de su valía artística, quizás sea (junto al de Medinaceli) una de las imágenes más populares y veneradas de Madrid, y su capilla siempre se encuentra llena de claveles frescos y rojos, con el pie destrozado por las constantes caricias de los fieles pidiéndole sus más escondidos anhelos.

 

En el altar se encuentra una copia francamente buena de uno de los iconos más populares en oriente: la Virgen del Perpetuo Socorro. Su fondo de pan de oro envuelve el dulce rostro de una Virgen que toma la mano de Niño Jesús, en una composición y colorido que trae a la memoria Bizancio y sus imágenes sagradas de las que derivaría el románico. Con qué maestría aplica los colores en la cara o pinta la mano del Niño entre las de su Madre para luego repudiar el claroscuro de la ropa, hecho con simples formas triangulares. Como era habitual en Bizancio, el icono tiene también realizado parte de él (coronas, anillo del dedo) con plata repujada y piedras preciosas que se engarzan sobre la propia madera, creando así un verdadero lujo de luces que las velas (lamentablemente eléctricas) hacen oscilar ante la luz del visitante, pues ante la misma divinidad se encuentran, según pensaban los bizantinos

 

 

 

La iglesia se encuentra junto a la calle Segovia, y si os asomáis a ella os encontraréis en uno de los lugares en donde se creó Madrid. Viendo su cuesta pronunciada que termina en el propio Manzanares seguro que podréis imaginar que éste era un arroyo que había creado un pequeño valle entre dos montículos. Si estáis mirando hacia abajo, a vuestra derecha se encontraría el Madrid del poder, el que primero ocuparon los musulmanes y más tarde los cristianos, mientras que a vuestra izquierda se encontró siempre el Madrid más marginado, el de los mozárabes en tiempos musulmanes (en aquellos tiempos y esos lugares nacería y trabajaría San Isidro, un mozárabe), el de los musulmanes tras la reconquista, y por último uno de la juderías de Madrid hasta su expulsión con los Reyes Católicos

 

 

Vicente Camarasa

 

UN NUEVO CONCEPTO DE PARQUE: JUAN CARLOS I

 

Un parque urbano, junto al metro (línea 5, El Capricho; línea 8, Campo de las Naciones), el Palacio de Congresos y el Aeropuerto. Un antiguo olivar que aún tiene sus recuerdos en el plano. Un espacio sacado de la especulación de uno de los nuevos barrios representativos de Madrid. Un lugar con galápagos, posibilidad de pesca, alquiler de bicicletas, estufa fría y columpios de diseño. Un museo de escultura contemporánea al aire libre. Todo esto y mucho más es el Parque de Juan Carlos I.

 

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