Blogia
sdelbiombo. Una mirada artística al mundo

FUSILAMIENTOS DE LA MONCLOA. FRANCISCO DE GOYA

 

Los Fusilamientos del 3 de mayo. Goya

Tomado de wikimedia.org

 

Cuadro de grandes dimensiones realizado por de Goya en 1814. Museo del Prado.

El tema es histórico, representando los fusilamientos que la madrugada del día 3 de mayo hicieron los soldados franceses sobre aquellos españoles que se habían levantado en la Puerta del Sol el día 2. Temáticamente, forma pareja con la Carga de los Mamelucos, acaso pensados ambos para ser expuestos juntos en un gran arco del triunfo que se hizo con motivo de la entrada de Fernando VII, tras el fin de la guerra.


 

La carga de los Mamelucos. Goya

Tomado de wikimedia.org

 

 

En general, ambos cuadros (y los grabados contemporáneos de Los Desastres de la Guerra) tienen una misma visión negativa de la guerra, entendiéndola más como un fracaso de la razón que como una solución a los problemas. Esta posición crítica contra la violencia tiene su origen en la postura ilustrada que mantenía Goya desde hacía años, gracias a los contactos que mantenía con prestigiosos políticos e intelectuales de la época (Jovellanos). En sí misma, esta actitud crítica resulta bastante moderna, alejándose de la visión heroica típica de la etapa anterior (Barroco) y más  comprometida y cercana a nuestra sensibilidad (Si queréis saber más de esto pulsar aquí)


 

La técnica utilizada es la pincelada suelta (predominio del color sobre la línea), tal y como Goya ya había utilizado desde su periodo de pintor del rey (Familia de Carlos IV). Gracias a ella, los detalles se pierden en favor de una mayor sensación de conjunto, dejando zonas casi abocetadas (sin definir, casi inacabadas), realizando sólo sus masas y líneas fundamentales.

La composición. Todos los elementos (luz, color, líneas) nos colocan al hombre con los brazos en alto como el eje de la composición, siendo ésta asimétrica y volcada hacia la izquierda. En torno a este personaje se amontonan el grupo de los españoles que se relacionan con el otro grupo (pelotón de soldados franceses) a través de las líneas de los fusiles.

El color también es diferenciado. En la zona francesa, predominan los colores oscuros y de un tono neutro (verdes, ocres) que unifican toda la zona, restándole importancia visual.

Frente a ello, en la española, Goya utiliza tonos fuertes y vibrantes entre los que destaca, por encima de todos, la mancha amarilla y blanca del personaje central. Estos colores hacen pareja con los del farol, siendo puros y brillantes. Junto al rojo de la sangre, su potencia atrae la mirada del espectador hacia el grupo, al igual que ocurría con la luz, convirtiéndolo en el motivo principal.

 

 

fusilamiento detalle

wikimedia.org

 

 

La luz tiene un importante papel a la hora de definir la escena, nocturna por motivos históricos, pero también estéticos, potenciando el ambiente dramático de toda la composición. Goya recurre a un gran farol que se encuentra entre ambos grupos, generando un espacio entre ellos. Su posición crea dos ambientes bien diferenciados, uno luminoso, el de los españoles sobre el fondo del montículo, mientras los franceses quedan a contraluz, como una especie de pantalla oscura que vuelve impersonales a los que matan. El resto de la escena se encuentra en penumbra y sin apenas detalles.

La perspectiva no es un tema prioritario en el cuadro, interesándole a Goya mucho más los primeros planos en donde se desarrolla toda la tragedia..

Así,  los fondos son utilizados para potenciar el primer término. En la zona ocupada por los españoles adelanta el paisaje a través de un montículo que concentra la luz y cierra visualmente el grupo, creando una zona homogénea. La parte de los franceses es mucho más amplia, con un lejano y borroso paisaje con una iglesia y casas de fondo, todo convenientemente difuminado para no restar importancia a la escena principal (Igual técnica de acercamiento de la escena, dando un tratamiento secundario al entorno, sucede en la Carga de los Mamelucos)

Los personajes son tratados sin ningún tipo de idealización. En el grupo de los españoles, Goya busca tipos populares que incidieran en el mensaje de guerra como algo anónimo, sin grandes héroes, popular. En sus distintos gestos, el pintor hace un recorrido por las múltiples posiciones del hombre frente a la muerte (miedo, resignación, valentía, rezos y oraciones…) que culminan en la figura central que, con una postura que recuerda a un crucificado, mira con resignación la muerte que se le avecina, como si nada tuviera remedio y el poder de la destrucción no tuviera freno alguno.

En el bando contrario, Goya nos coloca a los soldados franceses de espaldas, sin rostros, con una postura repetida que los convierte, más que en individuos (como ocurre entre los españoles), en una verdadera máquina de matar sin sentimientos.

 

Comentario.

La Guerra de Independencia contra los franceses (1808-1814) resultó para Goya una piedra de toque esencial a la hora de hacer evolucionar su estilo e ideología, poco a poco más pesimista y crítica contra todo aquel lado oscuro del ser humano que ya empezaba a estar presente en obras anteriores como los Caprichos o los cuadros de Gabinete. Lejano quedaba ya ese sentido festivo y en mucho rococó de los Cartones para Tapices. Primero la sordera que le alejó del mundo y luego la barbarie de la guerra conducirían al pintor hacia un mundo dramático y pesimista que engendraría las posteriores pinturas negras de la Quinta del Sordo (u otras, en este momento cuestionadas en su autoría, como el Coloso)


  

El coloso

wikimedia.org

 

 

Esta fuerte evolución convierten a Goya, en sus últimos años, en un verdadero revolucionario del arte, precursor de técnicas e ideologías (Romanticismo, expresionismo, surrealismo incluso) que se desarrollarán muchos años después de su muerte.

 En este sentido, podríamos hablar de Goya como el primer gran artista moderno, crítico con su momento gracias a su voluntad de libertad e independencia. Consciente del nuevo papel del arte como difusor de ideas, utilizará todo tipo de recursos técnicos para conseguir transmitir su mensaje, tal y como luego harían en el XIX románticos o realistas que, de la pura complacencia pasan a la crítica de la sociedad y sus aspectos más negativos. Con Goya comienza, en gran parte, la idea del arte como visión subjetiva del mundo. Se pasaría del artista que celebra al que opina.

En cuanto a la estela dejada por el cuadro es necesario citar, sobre todo, dos nombres. El primero de ellos fue Manet, padre del impresionismo y gran enamorado de la pintura española, que además de recoger la herencia técnica de su pincelada suelta y abocetada, utilizará a Goya como pretexto para muchos de sus cuadros (Majas en el balcón o la Olimpia, cuya inspiración estaría en la Maja desnuda), utilizando los fusilamientos como modelo de su fusilamiento del emperador Maximiliano.

 

Manet. Fusilamiento del Emperador Maximiliano

Tomado de http://depoetasytallarines.blogspot.com/2008/05/apuntes-sobre-el-2-de-mayo.html

 

Por otra parte, los fusilamientos tendrán una continuación en ciertos cuadros de Picasso. En cuanto a recuerdos formales habría que citar el cuadro de la Matanza de Corea en donde ese carácter impersonal de los soldados franceses los termina convirtiendo en verdaderos robots que matan sin ningún tipo de sentimiento.

 

Picasso. Matanza de Corea

Tomado de depoetasytallarines.blogspot.com

 

También dependiente de Goya, aunque ya sin ningún tipo de copia formal, se encontraría el Guernica  en donde se vuelve a explicar la guerra desde un punto de vista antiheroico, tan sólo la destrucción y el horror de las víctimas, la terrible comprobación de su inutilidad.


 

Picasso. Guernica

Tomado de  http://elasticosmos.wordpress.com/2008/06

 

Para saber más

http://tom-historiadelarte.blogspot.com/2007/05/anlisis-de-una-obra-de-goya-los.html

 

GOYA BÁSICO

 

 Vicente Camarasa

0 comentarios