LA HERMANDAD PRERRAFAELISTA. Una introducción rápida
Millais. Ofelia.
Tomado de http://literaturabachillerato.wordpress.com/2008/11/27
En 1848, el año de la revolución, del resurgir del Cartismo en Inglaterra, tres pintores (Millais, Rosetti y Hunt) se reunieron oficialmente en la casa del primero para fundar la HPR o Hermandad prerrafaelista que buscaría una salida a la pintura de betún oficial heredada de Reynolds.
En su mente es muy posible que estuviera la Hermandad nazarena de principios de siglo, o los prerrománticos ingleses como Fussli o Blake.
Pero también estaba un deseo (tan moderno) de salir del estudio y pintar al natural (como lo estaban haciendo en la escuela de Barbizón francesa o lo harán Manet y los impresionistas).
También tenían claro que el color era el futuro y no las sombras (como los impresionistas reafirmarán), empezando a investigar en sus relaciones visuales.
Frente a todos estas ideas de vanguardia (grupo cohesionado, color, visión no estereotipada), la Hermandad Prerrafaelita hundió sus raíces en el pasado, en la pintura del Quattrocento pero también la del gótico, en la poesía de Shakespeare y Dante o en los mitos medievales.
Esta última característica le unía a todo un amplio romanticismo que veía en la Edad media una época de pureza, con evidentes conexiones políticas nacionalista (la creación de los estados frente a una cada vez más potente mundialización económica y una industrialización sin precedentes que estaba consumiendo al mundo rural y denigrando la vida urbana). Este era al menos el pensamiento de dos personalidades muy cercanas a ello (Ruskin y Morris) que tanto intervendrán en el revival neogótico que sufre Inglaterra en estos momentos. Un neomedievalismo que la posmodernidad nos ha traído en forma de cine (El Señor de los Anillos, por ejemplo) tal y como ya apuntaba Ana en su blog.
Burnes Jones. Perseo
Tomada de http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Edward_Burne-Jones_-_Perseus.jpeg
Como vemos un movimiento paradójico que muy pronto derivó de la observación directa de la Naturaleza para ingresar en nuevos caminos, buscando esa pureza del arte, su carácter sagrado que Gauguin unos años después se fue a buscar en las islas del Pacífico o Van Gogh encontró entre los pinos, los cipreses o los girasoles de la costa francesa de Arles.
Los prerrafaelistas fueron entonces introduciéndose en un mundo cada vez más literario que nos llevará a finales de siglo al Simbolismo, en donde se comienza a explorar (¡escándalo en la sociedad puritana victoriana!) en el mundo de los deseos oscuros, de la sexualidad, de la atracción de la muerte… (como lo hacía por los mismos años Courbet en Francia).
Hunt. El despertar de la inocencia
Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Hunt-AwakeningConscience1853.jpg
Todo el catálogo de búsquedas románticas (entre las que se encuentra la divinidad envuelta en un cierto panteísmo) que servirá de puente hacia el simbolismo de un Klimt o un Moreau (tan literario y enjoyado de un colorido vibrante como ellos) y, un poco más allá, hacia el surrealismo, en donde Bretón hablará de la muerte como una sociedad secreta, y Dalí nos mostrará nuestras más íntimas y desasosegantes pulsiones, ya de la mano del psicoanálisis de Freud.
Beata Beatrix, Rosseti. (entre la muerte y la sensualidad)
Tomado de http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Dante_Gabriel_Rossetti_-_Beata_Beatrix,_1864-1870.jpg
Fueron ellos también los responsables de crear un nuevo prototipo de mujer, bella y amenazante a la vez que explotará en la obra de Munch o la de Picasso y sus bañistas mantis, y que tan bien ha analizado Ana en su blog.
Hunt
Tomado de http://commons.wikimedia.org/wiki/File:HUnt-Isabella%2BPot-1867.jpg
Rosseti. Astarté siriaca
Tomado de http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Astarte_Syriaca.jpg
Como vemos modernidad y recreación del pasado algo tan parecido a la actual posmodernidad que no es difícil comprender por qué esta pintura ha ido volviéndose cada vez más visible en los últimos años