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sdelbiombo. Una mirada artística al mundo

LA OPILACIÓN O EL BÚCARO DE LAS MENINAS

 Niña del color quebrado,

o tienes amor o comes barro.

Luis de Góngora: Letrillas.

 

Tomado de http://www.aloj.us.es/galba/monograficos/VELAZQUEZ/Margarita2.htm

JUL. ¿Qué traes en esta bolsilla?

CLAR. Unos pedazos de búcaro que come mi señora; bien los puedes comer, que tienen ámbar.

JUL. No los gasto de Portugal.

Lope de Vega: La Dorotea.

 

Tomado de http://elbamboso.blogspot.com/2010/09/fragilidad-infantil.html

 

“Búcaro: género de vaso de cierta tierra colorada que traen de Portugal. Destos barros dicen que comen las damas por amortiguar la color».

Covarrubias en su «Tesoro de la Lengua»

 

Tomado de http://elbamboso.blogspot.com/2010/09/fragilidad-infantil.html

 

Entre las costumbres más fascinantes del siglo de oro era la que tenían las damas nobles de comer barro (normalmente dando pequeños mordisquitos a búcaros, siendo los más  apreciados los portugueses, especialmente los realizados en Estremoz, aunque también existían pastillas realizadas con azúcar y ámbar)

Esta costumbre generaba un trastorno llamado opilación (una especie de clorosis o anemia) que producía varios efectos. Entre ellos opilaba o tapaba ciertos conductos, sirviendo como forma de cortar hemorragias (en especial menstruaciones abundantes) o dar una extrema palidez al rostro (como reflejo al efecto biliar que producía en el hígado), y es que la piel blanca (al contrario de lo que sucede entre nosotros) era la verdadera belleza

Al parecer también podría tener efectos anticonceptivos y, en ciertas circunstancias (en algunos conventos de clausura), alucinógenos.

Aunque existen varias teorías, al parecer (Natacha Seseña, 1991) la costumbre es musulmana (documentada ya en la Bagdad de siglo X) y llegada a la corte austriaca a través de moriscos (ya se han visto en varias ocasiones las influencias gastronómica andalusíes en nuestro siglo de Oro)

Ante tan terrible costumbre, los médicos aconsejaban polvos de hierro o ir a tomar unas aguas ferruginosas (con hierro) de la famosa fuente del Acero que existía cercana al Manzanares y a la que el propio Lope de Vega dedicó una comedia El Acero de Madrid

 

Y ahora que conocéis todo esto, ¿por qué no miráis las Meninas una vez más? Os iré acercando desde la escena general a un detalle que os puede descubrir lo que iba a hacer la infanta Margarita

 

Tomado de http://www.esacademic.com/dic.nsf/eswiki/191874

 

Tomado de http://www.wmofa.com/artists/Velazquez,_Diego/image/Josephs_Bloody_Coat_Brought_to_Jacob_1630.jpg.html&img=&tt=&slideshow=1

 

Tomado de http://fonsado.blogspot.com/2009/07/el-bucaro-de-las-meninas.html

 

Había algunas (señoras) que comían trozos de arcilla sigilada. Ya os he dicho que tienen gran afición por esta tierra, que ordinariamente les causa una opilación; el estómago y el vientre se les hincha y se les pone duros como una piedra, y se las ve amarillas como los membrillos (…) A menudo sus confesores no les imponen más penitencia que pasar todo el día sin comerlos

Madame D´Aulnoy. Relación del viaje de España

 

Para saber más

http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=1580_68_501093__Nueva-Quintana-opilacion-otra-virtud-cosmetica-barro

http://fonsado.blogspot.com/2009/07/el-bucaro-de-las-meninas.html

 

Vicente Camarasa

2 comentarios

lourdes -

Hummm, interesante! En mi pais, algunas mujeres en estado de gestacion, comen barro por instinto... al parecer es por falta d alguna vitamina: al career de ellas pues lo buscan en el amiente, encontrandolo en los ladrillos rojos. Gracias. Lourdes

JV -

Desde luego cuanto y que bien aprendemos contigo. Que interesante.