MARTIN PARR. LA CRÍTICA A NUESTRO TIEMPO
Tomado de http://rober79.blogspot.com/2011/07/small-world-1987-1994-martin-parr.html
Martin Parr es un fotógrafo incómodo, pues sus obras no dejan espacio a la belleza, siempre cargadas de una fuerte crítica (a veces casi convertida en sarcasmo).
Un humor grueso con el que lleva pintando las costumbres de las clases medias (aunque su última obra, Luxury, habla más de la ostentación de la riqueza), grandes hijas (económicas) de la Revolución industrial pero huérfanas de la otra pata de la modernidad (La Ilustración), que sólo conocen de oídas y simplemente imitan (en pura caricatura) en sus comportamientos externos
Tomado de http://observatoriodeluz.blogspot.com/2011/07/martin-parr.html
Pues en gran parte de sus obras late esta pregunta: ¿Qué es lo original y que es lo kitch? ¿Qué lo auténtico (en el sentido que se encuentra apoyado por ideas) y qué la pura imitación del gesto, vacía de contenido?
Tomado de http://bettyfergarci.blogspot.com/2011/03/martin-parr.html
Precisamente por ello las fotos que más me gustan de él son las series que dedica al uso del tiempo libre, del turismo como máxima expresión de la intimidad de cada uno, pues no se encuentra regulado por reglas externas (jefe, horarios, protocolos de actuación, familia...)
Tomado de http://bettyfergarci.blogspot.com/2011/03/martin-parr.html
En este campo, Parr se limita a dar fe de cuanto hay de impostura, de globalización en el mal sentido entendida, de inconsistencia intelectual en todo este fenómeno. (Como ya vimos en el análisis del Checkpoint Charlie de Berlín)
El turismo alejado de la utopía romántica (el descubrimiento interior) y fijado en cliches que se repiten por donde vayas. Un objeto de consumo efímero que poco aporta al individuo (verdaderamente alienante) en donde las cosas carecen de otro sentido que fotografiarlas, de haber estado ahí para decirlo
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http://www.ojodigital.com/foro/general/233556-como-os-acercais-tema-robados-2.html
El ridículo llega a su máxima expresión cuando Parr nos enfrenta a los famosos simulacros turísticos (playas caribeñas construidas en medio de Alemania), parques recreados o, sobre todo, las Vegas.
En ellos la distancia entre la realidad y la verdad es verdaderamente asombrosa, y ni siquera poseen el punto de cinismo o de ironía que nos podría salvar.
Todo esta hecho para ver lo que no es sino réplica en cartón piedra, teatro que no lo es, holograma
http://imgoingtosanfrancisco.wordpress.com/
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