EL AQUELARRE DE GOYA COMENTADO
Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/El_Aquelarre
TEMA. El cuadro representa, como su propio nombre indica, un aquelarre (reunión o invocación al demonio) en el que bastantes brujas rinden culto a éste, situado a la izquierda del cuadro.
COMPOSICIÓN. Es simétrica ya que están sentadas en círculo (composición similar a La gallinita ciega).
Podríamos decir que el centro de esta composición lo forma la mujer del pañuelo blanco a cutos lados se encuentra el demonio el cual destaca en la escena por su tamaño y su enorme mancha negra) y una mujer sentada en la silla (el retrato de Leocadia, amante de Goya, no demasiado favorecida al encontrarse junto a las brujas.
LÍNEA Y COLOR. Como en la mayoría de sus pinturas negras, Goya, utiliza una paleta sucia (varios colores mezclados con negro). La pincelada es muy suelta, pero en algunas figuras Goya realiza el contorno con líneas bastante finas, como por ejemplo la figura de la izquierda. Todo esto hace crear una escena de terror, macabra.
LUZ. Es expresiva, da fuerza, energía a la imagen, y se centra en las figuras de delante, donde tiene mayor movimiento la escena. Nos permite ver con mucho realismo en la escena y percibir el morbo de la situación junto con el hecho tan tenebroso que representa una invocación al diablo. Se utilizan fuertes claroscuros, como el pañuelo de la bruja sentada en la silla.
PERSPECTIVA. Es aérea, ya que a las brujas que están situadas más lejos su rostro no se puede distinguir del todo bien, en cambio en las de delante sí, aunque (como ya decíamos) le interesa sobre todo el primer plano
FIGURAS. Los rostros de las brujas están deformados (quizá Goya nos quiso hacer ver la típica imagen de bruja como alguien monstruoso y malévolo). Éstas, rindiendo culto al demonio, muestran su atención puesta en el demonio y a la bruja de la silla. Además de un espectáculo tenebroso; al parecer, Goya nos intenta hacer ver una iniciación diabólica entre ambos. Las figuras están muy juntas y no hay espacio visible entre ellas, por ello nos da la sensación de que son bastantes brujas observando el espectáculo, lo cual es una verdadera novedad, crear un efecto de masa, no de figuras juntas.
COMENTARIO.
Goya realizó este cuadro entre 1819 y 1823, y fue parte de la decoración de su casa, la llamada Quinta del sordo.
Ya pasada su época en la que retrataba con entusiasmo y alegría (cartones para tapices, primeros retratos), una serie de sucesos personales (se queda sordo tras superar una enfermedad, lo que supone un gran cambio para el pintor tanto en lo personal como en lo artístico, la posterior guerra de independencia) inicia una nueva fase en la que se dedica a pintar sus famosas pinturas negras
Este cuadro, perteneciente a las pinturas negras, tiene mucho que ver con alguno de los caprichos (grabados realizados con un punzón sobre una plancha y pasados a tinta posteriormente) que éste mismo realizó. Ambos representan temas terroríficos, reuniones con el demonio y la brujería, temas de supersticiones populares heredadas a lo largo de los siglos.
Esta visión de lo terrible, del mundo de las emociones y los miedos, la heredarán los pintores románticos.
Por cierto, si quieres saber más de los Aquelarres en los que se inspiró Goya, entra aquí
Marta Martínez (4º ESO A. SIES Campo Real, La Poveda)
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Estudiante Artes sinaloa
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