EL PRIMER GOYA LLEGA AL MUSEO DEL PRADO. ANÍBAL CRUZANDO LOS ALPES
Una cesión temporal de 6 años efectuada por la Fundación Selgas-Fagalde e Asturias, nos permitirá conocer el primer Goya conocido. La obra fue pintada en 1771 en Italia y presentado ese mismo año al concurso de la Academia de Parma, en el que obtuvo una mención.
Tomado de http://www.arteiconografia.com
Hasta entonces la vida de Goya no había sido precisamente la de un genio. Nacido en Fuendetodos (Zaragoza), su infancia y juventud se desarrollan en la capital. Allí estudiará en el taller de José Luzán, renovador en clave rococó de la gran tradición romano-napolitana Estuvo 4 años con él, copiando estampas de contenido religioso, fracasando en dos ocasiones en las becas convocadas por la Real Academia de San Fernando
Tal vez la falta de horizontes le hizo marchar a Italia (el Viaje de todo pintor), pagando el viaje de su bolsillo. Sus expectativas (entre las que se encontraba este cuadro, se volvieron a frustrar y en ese mismo año 1771 recibe en Zaragoza su primer encargo importante la Adoración del nombre de Dios para el coreto del Pilar y, posteriormente, un ciclo de frescos en la Cartuja del Aula Dei.
Corrado Giaqunto
Tomado de http://es.wikipedia.org
En todas estas obras vemos un gusto un tanto ecléctico (como era habitual en la época) que retoma las composiciones sumamente estructuradas de Giaquinto (una pirámide de amplia base en el cuadro que nos ocupa que se repetirá en numerosas ocasiones en sus cartones) con un colorido y grazia de Tiépolo (el gran pintor del momento) lleno de colores pastel muy poco saturados (azules y rosa pálidos muy característicos) y posturas elegantes (casi de danzarines) que dan una visión idealizada del mundo.
Tiépolo
Tomado de http://commons.wikimedia.org
Por otra parte, y como era habitual, la pintura de historia tiene un carácter moralizante, sirviendo como soporte de una idea (En este caso la lucha contra el miedo y la vacilación que, una vez superada, convierten al hombre en un puro arquetipo: el héroe). De la misma forma será muy habitual la aparición de complejos simbolismos (el minotauro sería el Po, el ángel como victoria o genio…).
Desde aquí, su obra mantendrá las mismas características cortesanas (aunque disciplinadas por el neoclasicismo) de los Cartones para los tapices que ya comentamos
Para saber más
http://www.arteiconografia.com/2010/09/anibal-contempla-italia-desde-los-alpes.html
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