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sdelbiombo. Una mirada artística al mundo

TRES AUTORES PARA ENTENDER EL CLASICISMO GRIEGO

En otros artículos nos hemos ocupado tanto de la escultura arcaica como La escultura helenística; ya va siendo hora que veamos uno de los momentos más espectaculares que tuvo el arte de la Antigüedad: el llamado siglo de Pericles, la segunda mitad del siglo V aC.

Lo veremos a través de tres AUTORES sumamente famosos que nos darán su evolución interna.

 

Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Disc%C3%B3bolo

 ¿Quién no conoce esta obra, el famoso Discóbolo de Mirón? Su obra es tan famosa que, a menudo ya ni siquiera la vemos.

Su autor es el primer clásico, aún con elementos arcaicos, como su cabello, aún demasiado pegado al cráneo, sin apenas volumen, o su falta de verdadero volumen (casi parece un relieve).

Sin embargo sus genialidades son de tal calibre que son difíciles de olvidar  Es la imagen del antropocentrismo jamás vista en tal grado. De los dioses y reyes egipcios y mesopotámicos tenemos al hombre, su concentración física y espiritual sin otras connotaciones.

Lo es también su composición, sencillamente perfecta, de diagonales contrapesadas que crean movimiento sin tensión (el ideal del clasicismo)

TENÉIS EL COMENTARIO COMPLETO DEL DISCÓBOLO AQUÍ

 

La siguiente obra es el Kanon (la perfección) como la llamó su propio autor, que la utilizó como forma de poner en práctica todas sus ideas teóricas sobre la armonía.


  Este Doríforo de Policleto, tal vez Aquiles, se crea a través de la medida de la última falange del dedo meñique. Pocas veces se ha llegado a tal grado de búsqueda absoluta de la armonía por medio de un módulo que perdurará hasta Praxíteles

Tomadas de valero7.webnode.es

Es también increíble su juego de direcciones y movimiento. Para evitar la frontalidad de la época arcaica, Policleto mueve suavemente la cabeza hacia un lado mientras desplaza el tronco para otro, creando así un movimiento equilibrado denominado contraposto.

El juego de las piernas y brazos incide en esta idea (kiasmo) con una adelantadas que se equilibran con otras retrasadas; unas dobladas contra otras extendidas, unas con peso y otras sin fuerza… Todo un juego de contrarios para llegar al equilibrio.

 Su otra gran obra será el Diadúmeno


El tercer ejemplo es, por supuesto, Fidias, que aún fue un punto más allá al concederles a sus esculturas una verdadera vida interior de la que aún carecían las anteriores. (Aquí tenéis un amplio artículo que hicimos sobre sus obras en el Partenón)

 

Atenea Lemnia. La belleza

Tomada de http://es.wikipedia.org/wiki/Fidias

 Cualquiera de sus obras es perfecta, pero tomemos este fragmento del friso del Partenón para fijarnos cómo se puede crear movimiento en los caballos sin por ello perder tranquilidad (en realidad es como si el movimiento siempre hubiera estado allí, esperándonos)


Tomada de http://es.wikipedia.org/wiki/Fidias

 O esta en la que vemos a qué nivel se puede llegar con el modelado (el juego y luces y sombras en una escultura) con sus magníficos paños mojados que nos presentan la tela y a la vez el desnudo, creando una exquisita gama de posibilidades a la mirada

 

 Tomada de http://es.wikipedia.org/wiki/Fidias

 O el control absoluto de la anatomía que le permitía jugar con ella como jamás se había realizado hasta entonces

 Este estilo (el llamado estilo bello) será continuado por sus discípulos, como podéis ver en este artículo.

 

 

Vicente Camarasa

1 comentario

sweetwoman -

bien esta muy bien pero deben de hacer más en menos