Tema: esta escultura es de temática mitológica, ya que representa a Apolo, una de las principales divinidades olímpicas greco-romanas, persiguiendo a la ninfa Dafne, que intenta escapar y, tras invocar a su padre, se transforma en laurel para que el Dios no la pueda tomar como esposa. Esta historia aparece recogida en “Las Metamorfosis” de Ovidio.
La función de esta obra es emocionar e impactar al espectador, además de su intención propagandística para exaltar con su grandiosidad el poder de la persona que haya encargado la obra (comitente).
Tipología: esta escultura es exenta, individual y de bulto redondo, pues se puede observar desde distintos puntos de vista y genera movimiento por parte del espectador.
Material: el material utilizado en esta talla es el mármol típicamente clásico, con una superficie muy pulida en los rostros o la piel, aportando así un gran realismo a las anatomías, y más rugosa en otras, especialmente en los pies de Dafne, que están enraizando en el suelo o en las manos, que se convierten en laurel. El autor utiliza el mármol con un gran virtuosismo, destacando especialmente su tratamiento en las hojas, que parecen casi translúcidas.
Composición: la composición de esta escultura es abierta, pues está pensada para ser vista desde distintos puntos de vista, y claramente asimétrica. El autor utiliza una diagonal que aporta dinamismo e inestabilidad a las figuras y emplea además diversas líneas curvas, como las dos paralelas que forman los cuerpos de los personajes o los brazos de estos, acentuando así el dramatismo barroco de la obra. El dinamismo que ya hemos mencionado se ve especialmente resaltado en los cabellos de Dafne, que parecen movidos por el viento al detenerse la ninfa de forma abrupta cuando sus pies empiezan a echar raíces en el suelo o en los paños flotantes de Apolo.
Luz: el modelado de esta figura hace que la luz tenga un sentido dramático, resbalando en las superficies más pulidas y suavizándolas, como podemos observar en los cuerpos de Apolo y Dafne, o creando un gran claroscuro en las superficies más rugosas como el pelo.
Color: la escultura ante la que nos encontramos es monócroma.
Figuras: las figuras de esta escultura son idealizadas, con un canon clásico en las anatomías que las hace más esbeltas, y una belleza sensual y delicada en el rostro de la ninfa. Tal y como podemos observar en los brazos de los personajes o en el pie de Apolo, que no llega a estar apoyado, esta obra presenta una posición dinámica inestable, pues el autor quiere representar el momento de mayor tensión. Además, observamos una clara línea serpentinata de influencia manierista en el cuerpo de Dafne.
En cuanto a las expresiones, podemos observar el contraste entre el horror de Dafne y el embelesamiento del rostro de Apolo, resaltando así el carácter narrativo, dramático y teatral de la obra.
El autor presenta un gran interés por las texturas, pudiendo destacar el tratamiento del mármol que hace en el cabello de los personajes, especialmente en el de Dafne.
Comentario
Tras el análisis anterior podemos concluir con que nos encontramos ante la escultura “Apolo y Dafne” de Bernini (1598 - 1680) realizada entre 1622 y 1625 y perteneciente al Barroco italiano. Esta obra, de tema mitológico, se caracteriza por su gran tratamiento del mármol, su composición abierta con diagonales y curvas y su dinamismo.
El barroco se desarrolla durante el S.XVII una época de numerosos conflictos y guerras de religión en Europa entre católicos (Francia, España e Italia) y protestantes (Inglaterra y Holanda), con grandes diferencias también en la base socioeconómica basada en lo estamental y en la centralización del poder en el rey en el caso de los primeros, y una estructura capitalista y burguesa en los países protestantes.
En cuanto al arte, se desecharán los criterios renacentistas de armonía y razón, imponiéndose así el movimiento, lo emocional y lo óptico. Especialmente en los países católicos, los artistas se pondrán al servicio de los grandes poderes emergentes, la iglesia y el rey, de forma que muchas obras tendrán una clara función propagandística, predominando los temas religiosos tras la Contrarreforma.
Respecto a la escultura, a pesar del predominio de los temas religiosos también aparecerán referencias mitológicas En Italia se utilizarán materiales clásicos como el bronce o el mármol, y al igual que las demás artes, buscará el movimiento utilizando diagonales o paños flotantes, la expresividad con posturas forzadas o teatrales y se hará una nueva valoración de las texturas, la luz y el color que buscará el naturalismo y el impacto sobre los espectadores: se utilizarán todos los efectos posibles a la hora de atraer y convencer al espectador, teatralizando el mensaje para hacerlo accesible a la vez que convincente (como ocurre en Caravaggio o Rubens)
Caravaggio. Crucifixión de San Pedro
Típicamente barroco es la representación del momento de más tensión, en este caso, justo cuando Dafne, que está a punto de ser alcanzada por Apolo, el cual se había enamorado de ella cuando Eros le disparó una flecha de amor para vengarse de él, empieza a convertirse en laurel. Tal y como podemos observar, la obra presenta una gran teatralidad, destacando especialmente en el gesto de horror de Dafne, la colocación de sus brazos, que ya están empezando a convertirse en ramas con hojas, o su pelo, movido por el aire. Además, al pulir las superficies de los cuerpos para que los acaricie la luz o entretallando otras para que esta se concentre, el autor aumenta la tensión emocional de la obra.
Respecto a su significación ideológica, podemos hablar de varias interpretaciones: quizá por su temática podemos deducir que esta escultura simboliza el amor imposible representado por el mito greco-romano de Apolo y Dafne. Sin embargo, mediante el desnudo recuperado del Renacimiento, Bernini también ofrece una clara meditación figurada sobre la mutabilidad de la naturaleza y el hombre, así como reflexión plástica sobre las transformaciones de la materia y la forma. Por último, y más acorde con el pensamiento contrarreformista y católico de la época, esta escultura podría representar una metáfora del final trágico de aquellos que se dejan llevar por los placeres carnales.
Con la obra ante la que nos encontramos, Bernini se convierte en la figura principal de la escultura barroca italiana con un virtuoso tratamiento del mármol y un maestro a la hora de representar el movimiento y las emociones, renunciando al bloque único utilizado por los artistas renacentistas como Miguel Ángel, que tendrá una gran influencia en sus obras, tal y como podemos ver en la presencia de la forma serpentinata tan utilizada por los manieristas o en la transformación de las piernas de Dafne en raíces, semejantes al non finito de este autor.
Miguel Ángel, Piedad de la Opera del Duomo
Además, prevalecen los efectos de claroscuro y dramatismo tomados de las esculturas helenísticas, inspirándose también en el Apolo Belvedere de Leocares o el Laocoonte, y, por su temática, demuestra el gusto por los temas mitológicos que habían renacido en Italia a partir del Quattocento.
La influencia de Bernini se extiende al siglo XVIII con escultores como Pietro Bracci (Fontana de Trevi), Fillippo della Valle (Anunciación), Camilo Rusconi (San Juan), o René Michel Slodtz (San Bruno). En España seguirán su estela autores del barroco tardío como Salvador Carmona o Juan Pascual de Mena.
Juan Pascual de Mena. San Eloy
Imágenes tomadas de Wikipedia.
FOTOGALERÍA ENLAZADA DE BERNINI
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Macarena Navarro Galdón. 2º Bach.
IES Los Olivos en Mejorada del Campo