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Velázquez

ANÁLISIS Y COMENTARIO DE LA VENUS DEL ESPEJO. VELÁZQUEZ

Tema. Nos encontramos ante un cuadro mitológico protagonizado por Venus que, recostada, se observa en un espejo sujeto por Cupido (el dios del amor). La interpretación tradicional de la escena es la del amor (Cupido) que se encuentra encadenado (por unas suaves cintas) a la belleza (Venus). Como ya era tradicional, el tema es una excusa para la creación de un desnudo femenino.

EL COMENTARIO, REFORMADO, SE ENCUENTRA ALOJADO AQUÍ

LOS ARREPENTIMIENTOS DE VELÁZQUEZ

Por favor, contadle las patas a este caballo que monta Felipe IV


Tomado de visitandomadrid

Tomado de Santiagodemolina

Y ahora, fijaros un poco y decidme, ¿estuvo siempre en la misma posición Felipe IV? (Su mano su pierna)

Tomado de wikipedia

¿Y os habéis fijado qué le ocurre a la calabaza de la derecha del bufón Calabacillas?

Tomado de wikipedia

Y podríamos seguir así un buen rato, pues estas cosas ocurren muy a menudo en los cuadros de Velázquez. Son los arrepentimiento (pentimenti) tan típicos del autor.

En realidad es una cuestión sencilla aunque no demasiado habitual de ver en otros pintores: el pintor retocó figuras, cambiándolas de sitio después de haberlas pintado. En su momento este cambio no se notaba en absoluto, pues con el óleo se cubría por completo. Sin embargo, con el paso del tiempo, sobre todo el negro que estaba cubierto por otros colores va saliendo poco a poco a la superficie, generándose esas sombras extrañas que habéis visto.

Sin embargo, os decía que esto no es corriente, ¿sabéis por qué? Muy sencillo, la mayoría de los pintores dejaban de controlar su obra una vez hecha, y era vendida. Sin embargo, Velázquez tuvo la fortuna de vivir con su obra siempre, pues se encoontraba en el mismo Palacio en donde él era pintor real.

Por ello (y por el grado de libertad que debió tener, poco común en la época) pudo retocar muchos de sus cuadros, generando estos arrepentimientos que ahora nosotros vemos.

Incluso ahora sabemos alguno de sus trucos más "chapuceros" gracias a esos arrepentimientos. Fijaros en este cuadro

Tomado de wikipedia

¿No véis un montón de líneas negras en su fondo?

Fue una peqqueña chapuza del genio. Mientras pintaba el traje negro del bufón, con el resto del lienzo aún en blanco, fue limpiando los pinceles en el fondo. Luego lotapó con una capa gris pero el tiempo lo ha descubierto...

Vicente Camarasa

ALGUNOS SECRETOS DE LAS LANZAS DE VELÁZQUEZ (Segunda parte): CUESTIONES TÉCNICAS

En el artículo anterior ya analizamos el tema, pasemos ahora a algunas cuestiones técnicas.


Tomado de wikipedia.org/

Una de las primeras cuestiones que llaman la atención del cuadro es su amplísima perpectiva aérea (las cosas pierden detalle y nitidez según se alejan y se vuelven azuladas, como ya comentó Leonardo). Pero aún más curiosa si sabemos que Velázquez jamás estuvo allí y utilizó, para recrear la escena, las perspectivas realizadas por Pieter Snayers, pintor flamenco especializado en batallas históricas en las que utiliza la perspectiva caballera (muy alzada) siguiendo las líneas ya marcadas en el renacimiento por Brueghel el viejo

Tomada de http://pintura.aut.org/SearchProducto?Produnum=15912

 

Tal vez este recurso influyó en la inusual representación del fondo (por lo general con la línea de horizonte baja en Velázquez) que se levanta, como si se cambiara el punto de vista

Otros de los grandes encantos des este cuadro es su composición, renacentista en el fondo (son dos grupos relacionados en torno a un eje central, como ya hiciera Perugino o Rafael, que el pintor sevillano bien pudo ver en su primer viaje a Italia)


Perugino, Vaticano

Tomado de wikipedia.org

 

Renacentista en el diseño global pero barroca en los detalles, algunos tan magníficos que cuesta reconocerlos.

¿Os habéiais dado cuenta de que la llave central (motivo básico del cuadro se refuerza en la atención del espectador al encerrarla en Un círculo negro de brazos con un fondo claro sobre el que se destaca?

 

 

¿O el tantas veces comentado juego de lanzas que por su orden nos hablan de quien son los vencedores y quiénes los vencidos?

¿O el juego de los caballos, con uno que entra en el cuadro (el de la derecha) y otro que sale de él (el de la izquierda) haciendo una especie de círculo virtual que rodea una vez más el detalle centra?

Tomado de.wikipedia.org

 Y para terminar (por el momento) una pequeño detalle más ¿Os habéis fijado en el papel en trampantojo que se encuentra en el ángulo inferior derecho? Es un viejo recurso para luego firmar en él, aunque Velázquez tenía una extraña forma de firmar, no hacerlo nunca en los cuadros españoles pues ¿quién podía rivalizar con él en nuestro país? Fijaros en un cuadro de la misma época también de Velázquez y lo comprobaréis


 Tomado de.wikipedia.org/wiki

 

 

Para saber más este video de you tube

 

TODOS NUESTROS POST SOBRE VELÁZQUEZ

 

Vicente Camarasa 

APROXIMACIONES A LAS MENINAS

Tomado de Wikipedia

Las Meninas de Velázquez es un cuadro tan maravilloso complejo que es imposible analizarlo de una sola vez. Por ello, y casi desde la creación de este blog en junio de 2008 nos hemos referido a ellas de forma transversal, como forma de ejemplificar ideas del barroco.

La metodología parece interesante pero tiene el problema de la dispersión. Por ello realizo este post que recopila algunos aspectos tratados

El Búcaro de las Meninas o por qué comer barro

Una interpretación (Jesús Mazariegos) según  Jonathan Brown

Las Meninas, lo teatral y el desengaño

Velázquez y Rembrandt, la imagen y el rol del pintor

Meninas y protocolo

El guardainfantes

Los bufones barrocos

Meninas y publicidad

Enlaces en la red

 

Os añado este magnífico vídeo

 

LA OPILACIÓN O EL BÚCARO DE LAS MENINAS

 Niña del color quebrado,

o tienes amor o comes barro.

Luis de Góngora: Letrillas.

 

Tomado de http://www.aloj.us.es/galba/monograficos/VELAZQUEZ/Margarita2.htm

JUL. ¿Qué traes en esta bolsilla?

CLAR. Unos pedazos de búcaro que come mi señora; bien los puedes comer, que tienen ámbar.

JUL. No los gasto de Portugal.

Lope de Vega: La Dorotea.

 

Tomado de http://elbamboso.blogspot.com/2010/09/fragilidad-infantil.html

 

“Búcaro: género de vaso de cierta tierra colorada que traen de Portugal. Destos barros dicen que comen las damas por amortiguar la color».

Covarrubias en su «Tesoro de la Lengua»

 

Tomado de http://elbamboso.blogspot.com/2010/09/fragilidad-infantil.html

 

Entre las costumbres más fascinantes del siglo de oro era la que tenían las damas nobles de comer barro (normalmente dando pequeños mordisquitos a búcaros, siendo los más  apreciados los portugueses, especialmente los realizados en Estremoz, aunque también existían pastillas realizadas con azúcar y ámbar)

Esta costumbre generaba un trastorno llamado opilación (una especie de clorosis o anemia) que producía varios efectos. Entre ellos opilaba o tapaba ciertos conductos, sirviendo como forma de cortar hemorragias (en especial menstruaciones abundantes) o dar una extrema palidez al rostro (como reflejo al efecto biliar que producía en el hígado), y es que la piel blanca (al contrario de lo que sucede entre nosotros) era la verdadera belleza

Al parecer también podría tener efectos anticonceptivos y, en ciertas circunstancias (en algunos conventos de clausura), alucinógenos.

Aunque existen varias teorías, al parecer (Natacha Seseña, 1991) la costumbre es musulmana (documentada ya en la Bagdad de siglo X) y llegada a la corte austriaca a través de moriscos (ya se han visto en varias ocasiones las influencias gastronómica andalusíes en nuestro siglo de Oro)

Ante tan terrible costumbre, los médicos aconsejaban polvos de hierro o ir a tomar unas aguas ferruginosas (con hierro) de la famosa fuente del Acero que existía cercana al Manzanares y a la que el propio Lope de Vega dedicó una comedia El Acero de Madrid

 

Y ahora que conocéis todo esto, ¿por qué no miráis las Meninas una vez más? Os iré acercando desde la escena general a un detalle que os puede descubrir lo que iba a hacer la infanta Margarita

 

Tomado de http://www.esacademic.com/dic.nsf/eswiki/191874

 

Tomado de http://www.wmofa.com/artists/Velazquez,_Diego/image/Josephs_Bloody_Coat_Brought_to_Jacob_1630.jpg.html&img=&tt=&slideshow=1

 

Tomado de http://fonsado.blogspot.com/2009/07/el-bucaro-de-las-meninas.html

 

Había algunas (señoras) que comían trozos de arcilla sigilada. Ya os he dicho que tienen gran afición por esta tierra, que ordinariamente les causa una opilación; el estómago y el vientre se les hincha y se les pone duros como una piedra, y se las ve amarillas como los membrillos (…) A menudo sus confesores no les imponen más penitencia que pasar todo el día sin comerlos

Madame D´Aulnoy. Relación del viaje de España

 

Para saber más

http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=1580_68_501093__Nueva-Quintana-opilacion-otra-virtud-cosmetica-barro

http://fonsado.blogspot.com/2009/07/el-bucaro-de-las-meninas.html

 

Vicente Camarasa

ALGUNOS SECRETOS DE LAS LANZAS DE VELÁZQUEZ (Primera Parte): EL TEMA

 Actualmente en el Prado, las Lanzas o, como se conocía en la época, la Rendición de Breda, guarda muchos secretos que vamos a intentar ir contando.

 

EL ARTÍCULO, REVISADO Y AMPLIADO, SE ENCUENTRA ALOJADO AQUÍ

Tomado de wikipedia.org

El primero es su tema. Mucha gente conocerá que se trata de la conmemoración de la batalla de Breda, agosto de 1624, en Flandes, en la primera parte (victoriosa) de las Guerra de los Treinta Años iniciada por el Conde Duque de Olivares.

Lo que a veces no se conoce es que el cuadro no estaba pensado para verse aislado sino dentro de todo un conjunto que, organizado por el propio Velázquez, adornaría el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro.

Se trataba de una gran estancia rectangular en donde se condensaba toda la imagen triunfal de la monarquía de Felipe IV. Esto se realizaba por medio de una docena de grandes cuadros que narraban las victorias de Felipe el cuarto, pintados por los más prestigiosos pintores de la época: Maíno (La toma de Bahía de la que ya se habló hace unos meses), Zurbarán, Leonardo Jusepe, Cajés, Pereda (autor de conocidas vanitas)…


Recreación virtual del Salón de Reinos

Tomado de Algargos

Sobre ellos se colocarían los cuadros (mucho más pequeños) de las hazañas de Hércules pintados por Zurbarán, pues era idea común en la época vincular los orígenes de la monarquía austriaca con Hércules como fundador.


Recreación virtual del Salón de Reinos

Tomado de Algargos

Sobre ellos, ya muy cerca del  techo, se encontraban los escudos de todos los reinos del rey de España, mientras que junto a las puertas de entrada, los retratos ecuestres (estos también obra de Velázquez) del rey, la reina (Isabel de Borbón) y el entonces sucesor (Baltasar Carlos)

Pero existe una cosa más sobre el tema. Si os fijáis Velázquez no pintó verdaderamente la batalla (sólo se ven las nubes de polvo al fondo), sino su final: la entrega de las llaves. En ella existe una cuestión curiosa, pues se trata de demostrar, más que la victoria, la gallardía y el honor español, pues observad que Spínola no deja que Nassau (el que entrega las llaves) se llegue a arrodillar (como era normal), pues era el vencedor pero sin arrogancia (nosotros le llamamos ahora a eso fair play).

 

Pero aún más, resulta que el tema tal y como lo hemos contado no fue idea de Velázquez sino que se tomó de una obra teatral de Calderón de la Barca (El sitio de Breda),  representada en el propio Coliseo del Buen Retiro, lo que era muy habitual en la época, en donde teatro y pintura iban de la mano.

 

JUSTINO.— Aquestas las llaves son
de la fuerza, y libremente
hago protesta en tus manos
que no hay amor que me fuerce
a entregarla, pues tuviera
por menos dolor la muerte.
Aquesto no ha sido trato,
sino fortuna, que vuelve
en polvo las monarquías
más altivas y excelentes.
ESPÍNOLA.— Justino, yo las recibo,
y conozco que valiente
sois; que el valor del vencido
hace famoso al que vence. Y en el nombre de Filipo
Cuarto, que por siglos reine,
con más victorias que nunca,
tan dichoso como siempre,
tomo aquesta posesión.
DON GONZALO.— Dulces instrumentos [suenan.
DON LUIS.— Ya el Sargento en la muralla
las armas de España tiende.
SARGENTO.— Oíd, soldados, oíd,
Españoles y otras gentes,
¡Bredá por el Rey de España!

Pedro Calderón de la Barca
El sitio de Bredá, I, 139

 

Por cierto, resulta curiosa esta estrofa

Aquesto no ha sido trato,
sino fortuna, que vuelve
en polvo las monarquías
más altivas y excelentes

Pues nos vuelve a hablar de un tema central, especialmente en el último Velázquez, acerca del destino y el infortunio que ya analizamos a propósito de Esopo, Menipo y Marte pensativo

 

Ya tienes aquí la segunda parte que se ocupa de las cuestiones técnicas del cuadro

 

Vicente Camarasa 

VELÁZQUEZ. UNA SOLA SOMBRA

 Tomado de wikimedia.org

 Velázquez nunca deja de sorprender; cuanto más se mira, nuevas cosas se aprenden sobre él. Pues, en su maestría, hace tan fácil lo difícil que hay que fijarse mucho para darse cuenta de su genialidad.

En este caso se trata de una sola sombra, algo tan simple. El poseedor de la misma fue un bufón, Don Pablos de Valladolid, mitad loco, mitad actor, que deambulaba por la corte de Felipe IV.

Además de la fuerza expresiva de su pose, del maravilloso color negro de su traje, lo que más ha llamado siempre la atención es la pequeña sombra que surge de sus pies, muy pequeña, pero lo suficiente para que la figura no flote en un fondo indeterminado en el que (al contrario de lo que era habitual) ni siquiera se ha pintado la línea horizontal que separaría suelo y pared.

Con ese simple gesto pictórico Velázquez consigue crear un espacio propio en donde posar la figura. Un truco genial de este pintor que, al contrario de lo que habitualmente se cree, nunca fue un realista, sino que fingió serlo, engañándonos siempre con unas apariencias que sólo son puro (pero genial) teatro, como el que hacía Don Pablos.

De nuevo, el pintor que mejor supo ver a Velázquez, Manet, tomo también nota de este detalle para algunas de sus obras, como su famoso Pífano), mucho más discretamente.

 Manet. El Pífano

Tomado de wikimedia.org

Vicente Camarasa

LOS RETRATOS REALES DE VELÁZQUEZ (Segunda parte: la iconografía)

Felipe IV por Velázquez

 La tradición española del retrato se forjó, como vimos en el artículo anterior, (los retratos reales de Velázquez, la técnica) con los primeros Austrias. Se trataba de una imagen sobria y sin apenas aparato, claramente  condicionada por el estricto protocolo borgoñón que impuso Carlos V en la Corte y desarrollada (según Checa Cremades) por Felipe II y el rey oculto que muestra mayor majestad cuanto menos es visto, y si lo fuera cuando no deje traslucir con sus gestos cualquier tipo de humanidad, convirtiéndose en algo por completo inalcanzable para sus súbditos. Un verdadera estatua sin sentimientos, un perfecto engranaje que representa el poder por medio del alejamiento y la inaccesibilidad.

Para hacernos una idea de esta  frugalidad de sentimientos, de símbolos externos, sólo hace falta comparar un retrato español barroco con otro francés.

 

Luís XIV por Rigaud

 

 Felipe IV por Velázquez

 

Teniendo esta idea clara podemos ya entender la iconografía regia hispana.

Como ya estudió Gállego, además de este rey oculto, todos los cuadros de reyes españoles tendrán un pequeño número de símbolos que a veces nos pasan desapercibidos pero que eran en el momento perfectamente entendidos. Veamos algunos.

Por una parte se encuentra el mensaje corporal, hierático, como ya decíamos, pero con los característicos pies en compás (en ángulo) que se repiten sistemáticamente.

También se encuentra el papel doblado en la mano (símbolo de su capacidad legislativa, de hacer leyes, del reinado de papel que inició Felipe II en palabras de Benassar).

La silla o la mesa en donde se apoyan las figuras significaría el Imperio en el que se sustenta la monarquía (en periodos posteriores a Velázquez ya con patas de leones, como en los cuadros de Claudio Coello). El cortinaje posterior que a menudo aparece vuelve a remarcar la imagen del poder.

 

 Baltasar Carlos por Velázquez

 En cuanto a otros símbolos más visibles nos encontramos con la espada (el ejército) que a menudo puede cambiarse por la escopeta o el guante de cazador (la caza es un sustituto de la guerra) o ya por el propio bastón de mando de general (aunque el rey jamás presidió una guerra) o la iconografía ecuestre (ya utilizada desde los tiempos romanos y que Tiziano con su Carlos V en su batalla de Müllberg había consagrado como imagen imperial, aunque en tiempos barrocos se le añadirá la postura en corbeta, a dos patas, más dinámica)

Baltasar Carlos por Velázquez

 

Sin embargo, el gran símbolo del poder real será el Vellocino de Oro al que dedicaremos un artículo especial

(Todas las fotos tomadas de wikipedia)

 Vicente Camarasa